Los Cóleos comprenden unas 150 especies de plantas perennes originarias de zonas tropicales de África, Centroamérica, Asia e islas del Pacífico.
Tiene multitud de variedades que se cultivan por la belleza de sus hojas de alegre y fuerte colorido, muy variado y decorativo.
Los colores varían entre el verde y el amarillo, el rojo, el bronce, el púrpura y el rosado, el gris, todos ellos variadamente jaspeados.
Para que mantengan la coloración tan característica en sus hojas, necesitan recibir abundante luz e incluso algo de sol, siempre que éste sea suave. Las mejores horas de sol son las primeras del día, evitando las horas centrales, sobre todo en verano.
Las hojas pierden los intensos colores por la falta de luz, si se mantienen en zonas oscuras sus hojas se tornan verdes, por otra parte, el exceso de sol produce un amarillento en las hojas.
Es muy importante quitar todas las espigas florales ya que carecen de ornamentación y roban a la planta toda la alimentación en detrimento de las hojas.
Aguanta temperaturas entre 10 y 20 grados centígrados, aunque el ambiente excesivamente seco provocaría la caída de sus hojas (mucho cuidado con las calefacciones).
Puede cultivarse como planta de exterior en terrazas y jardines, pero teniendo siempre presente que a la llegada del otoño, debe ser devuelta al interior ya que no soporta el frío intenso.
En lugares con heladas (entre 5 y 0 grados centígrados) moriría si se encontrara en exterior.