El principal representante de este género de plantas es Gardenia jasminoides, una planta con peculiaridades y que puede adaptarse al cultivo en macetas, con variedades injertadas que responden muy bien a la poda. En este artículo vamos a ver las principales características y consejos que necesitamos para cultivar gardenia en nuestro jardín o macetas.
Descubrirás cuál es el entorno más adecuado para disponer nuestra planta, las características del suelo, riego y abonado, las opciones para multiplicarla, poda, plagas y enfermedades y principales problemas a los que nos enfrentamos.
Gardenia como planta
La gardenia es considerado como un arbusto, aunque bien podada, puede tener un tamaño apropiado para su cultivo en macetas. Todas las especies de este género suelen tener hojas de verde vivo, duras y producir una espectacular floración. Las flores, vistosas y grandes, son de color blanco y se utilizan para corte.Algo interesante de este grupo de plantas es que estas flores emiten un potente aroma que embriaga todo el jardín.
Taxonomía
Orden: Rubiales
Familia: Rubiaceae
Género: Gardenia
Especies de gardenias
Dentro del género Gardenia, existen 259 especies, aunque son prácticamente la mitad, 134, los que han sido aceptadas por la comunidad botánica. Es nativo de las regiones tropicales y subtropicales de África, Asia, Madagascar y algunas islas del Pacífico.En varios países asiáticos como China, Japón y Tailandia está muy adaptada y se utiliza como flor de corte y planta ornamental. Además, a nivel medicinal también tiene gran importancia debido a algunos principios activos presentes en las flores.
Cuidados principales de gardenia
1. Climatología
TemperaturaLa gardenia se desarrolla y florece de forma óptima en un rango concreto de temperaturas que abarca entre 20 ºC y 28 ºC durante el día y 15 ºC durante la noche. Este cambio de temperatura de entre 10 y 15 ºC resulta óptimo para obtener la mayor calidad de botones florales y estimulación floral.
Por debajo de los 15 ºC, la planta es sensible y se ralentiza su crecimiento, de ahí que sea una planta de crecimiento en zonas tropicales y subtropicales o uso como planta de interior en zonas más frías.
Humedad
Se debe mantener un nivel constante de humedad entre el 60% y el 80%, tanto en invierno como en verano. Si cultivamos la gardenia como planta de interior en macetas, tendremos que pulverizar en la época cálida, ya que la humedad puede bajar por debajo de ese 60%.
Iluminación
Es necesario zonas de buena iluminación, aunque sin exposición directa al Sol. A nivel de cultivo, se deben garantizar como mínimo entre 10.000 y 20.000 luxes en pleno día. (Murguía, 2007)
2. Suelo
Una condición especial a la hora de preparar el suelo en el jardín o bien a la hora de seleccionar un buen sustrato para cultivo en macetas es la acidez del mismo. Para el óptimo desarrollo radicular de la gardenia debemos tener un pH ácido, entre 5 y 6.La mejor textura de suelo es la franca-arcillosa, suelos algo pesados que garantizan una buena acumulación de humedad. Con el aporte de compost también garantizamos una mayor retención de humedad, algo muy favorable para una especie tropical como la gardenia.
La gardenia es una especie sensible a la salinidad, por lo que debemos evitar suelos con acumulación de sodio o cloruros, o realizar un lavado previo, especialmente si, cultivado en macetas, usamos fibra de coco.
3. Riego de la gardenia
Debemos garantizar un suministro constante de humedad en el suelo o sustrato. Por tanto, es importante que se encuentre en una zona con buena iluminación pero sin Sol directo, que seque en exceso la humedad del suelo.Para garantizar esta humedad constante, debemos de regar con mayor frecuencia pero con dosis más baja. En invierno, regaremos 1 o 2 veces por semana, y en verano, entre 3 y 4 veces.
En cualquier caso, debemos comprobar la humedad del suelo justo antes de recibir el próximo riego, de forma que nos ayudará a saber si debemos aplicar más agua o bien aumentar la frecuencia de aplicación.
4. Abonado
La gardenia es exigente en cuanto al aporte de nutrientes, y en muchos casos no será suficiente con el solo aporte de compost o materia orgánica.Por tanto, para producir una floración adecuada en nuestro jardín o como planta de interior, debemos aportar justo antes de la brotación de yemas florales un fertilizante con una relación 3-1-2 o 3-1-3 en cuanto a nitrógeno, fósforo y potasio.
Es exigente en hierro como micronutriente, por lo que debemos de aplicar quelato de hierro en el inicio de la brotación, en primavera, para prevenir la famosa clorosis férrica.
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5. Multiplicación de la gardenia
Las gardenias pueden ser propagadas mediante diferentes métodos, y es un mundo muy profesionalizado con empresas que se dedican a ello y a su posterior comercialización.Las formas habituales de multiplicación son mediante semillas, acodos aéreos, esquejes, injertos o propagación in vitro, ésta última reservada a profesionales.
Semillas: la obtención de semillas en condiciones naturales no resulta muy frecuente, por lo que es uno de los métodos más complicados y menos utilizado.
Acodo aéreo: es una técnica poco utilizada pero que ofrece buenos resultados. Los tallos aéreos se entierran hasta la formación de nuevas raíces. A menudo suelen necesitar el uso de hormonas para acelerar el proceso.
Esqueje: es una técnica bastante utilizada, siendo recomendable seleccionar tallos de la planta madre situados en la zona inferior, ya que suelen ser los más frondosos y se obtienen mejores resultados. Se seleccionan esquejes terminales de unos 10 cm de longitud, se cortan a nivel de nudo o entrenudo y se les eliminan las hojas de la base. Se cultiva en maceta con fibra de coco y mantiene humedad del sustrato de forma constante como mínimo al 90%, con baja intensidad luminosa y temperatura entre 24 a 26 ºC constantes. El esquejado se suele realizar en junio, julio y agosto.
6. Poda
La gardenia cultivada en forma de arbusto en el jardín puede someterse a poda cuando queramos darle una forma particular y en armonía con su entorno. Esta tarea se realiza justo después de la época de floración.Las plantas jóvenes crecen bastante rápido y de forma vigorosa, por lo que podemos podarlas en el mes de junio y agosto para aumentar la lignificación de sus tallos. (Bradshaw, 2003).
6. Plagas y enfermedades
La gardenia y todos las especies que representan este género sufren la visita de numerosos insectos, hongos y bacterias.Plagas
Pulgones: se localizan facilmente en yemas, hojas y tallos nuevos de la gardenia, alimentándose de la savia, debilitando a la planta y envolviendo a la cutícula con una sustancia pegajosa. Los más habituales son Myzus persicae y Aphis gossypii.
Trips: insectos alargados que se sitúan en las flores. Los más comunes son Frankliniella tritici y Frankliniella occidentalis.
Mosca blanca: en esta planta suele habitar la conocida como mosca blanca de los cítricos (Dialeurodes citri Ashmead)
Cochinilla: cuerpos blandos y algodonosos o bien de superficie plana y color marrón que se sitúan en los tallos y hojas. Están representados habitualmente por Ceroplastes japonicus.
Araña roja: pequeños ácaros difíciles de observar a simple vista, representados en el cultivo de gardenia por Tetranychus urticae Koch.
Enfermedades
Entre los hongos más comunes en el cultivo de gardenias se encuentra los géneros Rhizoctonia, Phytophthora y Pythium, hongos de cuello que se activan en suelos con gran humedad y que afecta a la parte aérea, con dificultad de tratamiento.
En las hojas veremos manchas pardas, marchitamiento y clorosis, a menudo ligado con exceso de riegos. Si realizamos el trasplante, en el caso de que cultivemos nuestra gardenia en macetas, un claro síntoma de la sanidad vegetal de la planta es evaluar las raíces.
Un aspecto blanco de las mismas garantiza una correcta salud y una frecuencia y cantidad de riegos adecuada. En cambio, raíces marrones o pardas nos declara un exceso de agua, asfixia radicular y, probablemente, la presencia de este grupo de hongos.
Un hongo hospedante del género Gardenia es el conocido como chancro, Diaporthe gardeniae, el cual causa marchitez, clorosis, aborto del botón floral, y abscisión foliar en las plantas infectadas.
El oidio (Erysiphe polygoni DC.; Oidium spp.) provoca en la gardenia la aparición de manchas blancas en el haz de la hoja, que con el tiempo se secan y adquieren color amarillento.
Un exceso de humedad en el ambiente causa la aparición de bacterias como Xantomonas (Xanthomonas axonopodis pv. Maculifolii gardeniae, que provoca manchas foliares en forma de circulos irregulares de color pardo.
7. Problemas
La mayoría de los problemas relacionados con la gardenia son referidos a baja humedad ambiental o, al contrario, exceso de riegoGardenia con hojas marrones
Las hojas marrones pueden deberse a varios síntomas, aunque los principales pueden ser los siguientes:
Puntas secas: exceso de sequedad ambiental, con humedades por debajo del 60%. Necesario pulverizar para garantizar una humedad ambiental entre 60 y 80%. Recuerda que son especies tropicales. Comprobaremos también la salinidad del agua o suelo, ya que puede ser un síntoma de exceso de sales. Evita también el Sol directo en tu planta
Pardeamiento marrón: cuando las manchas marrones en las hojas son son secas y crujen, puede deberse a la actividad de un hongo de cuello, Rhizoctonia, Phytophthora y Pythium, que actúa en condiciones de humedad alta.
Gardenia amarilla (clorosis)
Una planta con clorosis puede deberse a la falta de nutrientes o bien a la falta de iluminación.
Cuando el amarillo es generalizado y sucede prácticamente en todas las hojas, puede deberse a una carencia de nitrógeno o bien a una falta de luz. La diferencia entre ambas es que si falta nitrógeno, la gardenia no producirá brotes nuevos, tendrá las hojas pequeñas y falta de crecimiento.
En cambio, si el tamaño es normal y las hojas están bien desarrolladas, lo más habitual es una falta de luz, por lo que tendrás que ubicarla en un entorno más luminoso (pero sin Sol directo).
Por contra, cuando las hojas pequeñas muestran un aspecto amarillento, con los nervios centrales aún de color verde, se debe a una carencia de hierro. En el listado de fertilizantes anterior tienes uno de los correctores de clorosis más habituales, el quelato de hierro. Garantiza una solución al problema en pocos días.
Caída de hojas en gardenia
El exceso de agua y el pardeamiento de las hojas provoca la abscisión y caída prematura de las hojas, aunque éstas siempre suelen mostrar un síntoma previo. Ya sea manchas de color marrón o amarilleamiento.
La falta de luz también provoca un estrés en la planta (producción de hormona de etileno y ácido abscísico) que facilita la caída de las mismas.