Es muy fácil de cuidar, tanto es así que para tener un ejemplar perfectamente sano no tendrás la necesidad de complicarte en absoluto.
Aloe aristata es el nombre científico de una planta crasa originaria de Sudáfrica que fue descrita por Adrian Hardy Haworth y publicado en Philopphical Magazine en el octubre de 1825. Popularmente se conoce como planta antorcha.
Se caracteriza por crecer formando rosetas formadas por hojas triangulares, coriáceas, de color verde oscuro con puntitos blancos. Alcanza una altura de unos 20 centímetros y un diámetro de 15 a 30cm. En primavera brotan flores que se agrupan en inflorescencias en forma de espiga.
Su cultivo es muy sencillo: para tener tu ejemplar sano tienes que ponerlo a pleno sol o en semisombra, con sustrato -o tierra, si estuviera en el jardín- que tenga buen drenaje, regarlo 2 o máximo 3 veces por semana, y acordarte de abonarlo en primavera y verano con un abono específico para cactus y plantas crasas siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.
Y si te apetece multiplicarlo, puedes hacerlo en primavera o verano de dos maneras distintas: separando los hijuelos y plantándolos en macetas individuales o en otras partes del jardín, o sembrando sus semillas en semillero con sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales.
Por cierto, puedes tener tu Aloe aristata en el exterior todo el año si la temperatura no baja de los -2ºC; en caso contrario lo ideal será protegerlo en el interior del hogar, en una habitación en la que entre mucha luz natural.