La medinilla tiene su en las Filipinas, desde donde se llevó a España en el siglo XIX, y su valor ornamental ha ido en aumento. También se cultiva en regiones tropicales de Asia y África.
Normalmente la medinilla es de tallo leñoso, y grandes hojas verdes con forma elíptica y nervadas.
En su época de floración, que será en verano, ofrece unas hermosas y grandes flores de color rosado que se disponen en ramos colgantes.
(Imagen/ Flickr: Rockspindeln)
Se trata de una arbusto epifito, es decir, que se desarrolla sobre otras plantas, aunque no se alimenta de ellas, y pertenece a la familia de las melastomatáceas.
En su hábitat natural puede llegar a medir hasta 2 m. de altura, pero los ejemplares de floristerías no superarán los 20 ó 30 cm. También es llamada medinilla magnífica.
(Imagen/ Flickr: chooyutshing)
Suelo rico
En exterior no son tan importantes como en interior las condiciones del suelo en que la coloquemos:
Si la cultivamos al abrigo del hogar, la tierra que le proporcionemos tiene que ser ligeramente ácida. La medinilla necesita un suelo rico en nutrientes para un correcto desarrollo. Añadiremos mantillo a la tierra de cultivo.
(Imagen/ Flickr: Muffet)
Cómo mantenerla
La cantidad de agua que necesita no es excesiva:
El riego será moderado. Debemos permitir que la tierra se seque ligeramente antes de suministrarle más agua.
Es importante saber que necesita una humedad ambiental elevada, por lo que será conveniente que pulvericemos sus hojas de vez en cuando. Sobre todo al llegar el calor.
El agua de riego no debe contener cal, para ello podemos recoger la de la lluvia.
La medinilla es una especie que necesita gran cantidad de luminosidad, pero acusará la exposición directa al sol, sobre todo desde marzo a noviembre, época en la que florece y debemos protegerla de ella.
(Imagen/ Flickr: foxtail:1)
La temperatura ideal para esta planta es muy importante para su supervivencia:
Por regla general, debe encontrarse entre los 15 ºC y los 17 ºC.
En invierno inicia un período de reposo y la temperatura a la que se encuentre no debe bajar de los 15 ºC.
De marzo a agosto, que es su época de desarrollo, la mantendremos entre 20 ºC y 22 ºC
(Imagen/ Flickr: Muffet)
Trasplante y multiplicación
Podemos realizar su reproducción tanto en primavera como en verano:
En la época estival podemos hacerlo por esquejes en estufa.
Consiste en introducir en una bolsa de plástico la maceta con su plantación. Este método hace que se conserve tremendamente la humedad. Al correr riesgo de podredumbre, debemos realizar algunos agujeros en la misma.
(Imagen/ Flickr: kaiyanwong223)
En primavera podemos cultivarla a partir de semillas, esquejes o acodos aéreos. La trasplantaremos tras la floración y cada dos años.
Un buen truco para favorecer su correcto crecimiento es desechar las flores marchitas.
La medinilla necesita, sobre todo, unas óptimas condiciones de humedad ambiental.
(Imagen/ Flickr: rkramer62)
Un buen lugar para ella sería el baño, siempre que éste cuente con abundante luz natural.
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Si seguimos estos consejos y las condiciones son propensas contaremos con una planta de belleza espectacular.