Algunos productos químicos utilizados a lo largo de los años en los campos, han demostrado en muchos casos lo perjudicial que han sido para la salud y el medio-ambiente. Cada vez estamos más concienciados de la necesidad de cuidar el planeta y para ello debemos cambiar muchas cosas y hábitos.
Los alimentos ecológicos están más presentes en nuestras mesas; en casas, restaurantes, tiendas, supermercados y por lo tanto los cultivos de hortalizas y verduras se transforman cada vez más en producciones sostenibles, tanto en huertos para auto-consumo como en tierras donde se cultiva para la venta. ‘Calidad frente a cantidad’.
No hemos descubierto nada nuevo, ‘es lo que hacían nuestros abuelos con mucho mimo’ todo lo que ellos utilizaban era obtenido de manera natural y sostenible.
Las semillas ecológicas son aquellas que han sido obtenidas sin utilizar ningún tratamiento químico en el terreno y en la planta; deberemos tener en cuenta que sean ‘semillas ecológicas certificadas’ que han seguido un proceso de producción por el cual han obtenido la mencionada calificación.
Para conseguir esa certificación se tienen en cuenta
1.- La calidad de la tierra
2.- El tipo de agua para riego
3.- El abono que se utiliza
4.- Como se realiza el control de plagas
5.- Como se hace la recolección
6.- Como se conserva el producto una vez se ha recogido
Todas estas cosas van a influir de manera directa en la composición y calidad. Los alimentos ecológicos contienen más vitaminas, minerales, proteínas, antioxidantes… y sobre todo no aportan componentes tóxicos a nuestro cuerpo.
Si queremos que nuestro huerto sea orgánico, todo lo que intervenga en el cultivo tendrá que ser con productos naturales
-Semillas
-Sustrato
-Abonos
-Fitosanitarios (para enfermedades o plagas)
Te animas a ello
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