Consiste en agregar las sobras de café molido al compost. Lo que en un principio acabaría en la basura, puede servir para nuestro compost. Y es que el café aporta nitrógeno a nuestro compost dadas sus propiedades. De sta forma puedes usar el café en tu jardín.
Solo tenéis que añadir los restos de café a vuestro compost habitual. Este es muy rico en nutrientes y ofrece muchos beneficios en el crecimiento de nuestras plantas. El suelo mejorar dada la acidez, evita algunas plagas, promueve el crecimiento… ¡un auténtico descubrimiento!
¿A qué es un truco muy sencillo?, ¿lo conocíais?
Imagen: Flickr/OliBac