Que significa “colocar tutor a los tomates”
Las necesidades del tomate son escasas y sencillas: sol, una buena pauta de riego, estar protegidos y entutorarlos para que las tomateras crezcan en condiciones.¿En qué consiste exactamente entutorar? No es más que una técnica usada para dirigir y facilitar el crecimiento de algunas plantas y no solo del huerto: también se aplica, por ejemplo, en plantas ornamentales como la hiedra. Y, en el caso de los tomates, es fundamental para evitar que cuando comienzan a crecer los frutos se pueda romper la planta (y arruinarnos esos tomates que tanto deseamos probar).
Por qué poner tutor a los tomates
Para ayudar a que nuestras plantas de tomate crezcan fuertes y puedan desarrollar el fruto sin contratiempos, es necesario crear una estructura que soporte el peso de la planta mientras crece. Además, el hecho de utilizar esta estructura (que no dejan de ser tutores de caña, plástico, madera, etc) permite que la planta crezca en vertical con respecto al suelo.El uso de estas guías tiene una doble función. Por un lado, al ayudar a las plantas a continuar con su crecimiento en vertical con respecto del suelo, estaremos ayudándolas a evitar a algunas de las plagas que pueden arruinarnos una cosecha de tomates (como son, por ejemplo, las babosas). Además, gracias a los tutores la recogida de los frutos de una planta hortícola es mucho más sencilla: al final, somos nosotros los que establecemos cómo crece una planta determinada y eso hace que amoldemos las guías al momento de la cosecha.
Pero, además, el hecho de entutorar los tomates también ayuda a un mayor aprovechamiento del huerto. Tengamos en cuenta que, en lugar de crecer a su aire, estamos haciendo que las tomateras trepen despejando así el espacio del suelo. Uno que podemos aprovechar para otro cultivo de similares necesidades de agua y luz (como la lechuga, por ejemplo).
Cómo ponerle tutor a los tomates
Existen muchísimas técnicas para entutorar tomates, que veremos en otro post, hoy repasaremos una.Dado que el objetivo es que la planta se desarrolle en vertical, tendremos que clavar los tutores en la parte trasera de cada planta de tomate. Esto debemos hacerlo cuando la planta haya comenzado a desarrollarse, con sus características ramas de enredadera, y siempre sin dañar las raíces.
Es importante que los tutores que usemos no solo sean consistentes (sobre todo con vistas a cuando los tomates comiencen a madurar, que multiplican el peso de la planta) sino que, además, estén limpios. Si elegimos caña , es importante quitarle cualquier resto de corteza ya que puede convertirse en un escondite perfecto para plagas e insectos que pueden estropear la cosecha. También podemos optar por los tutores de acero (más resistentes a las inclemencias del tiempo).
Si nuestra plantación de tomate es pequeña, lo ideal son tutores de bambú. Para extensiones más grandes, es más recomendable el acero.
Una vez colocados los tutores, fijaremos las plantas a cada uno de ellos utilizando cuerda. Es importante no apretarlas mucho, ya que podríamos interrumpir el paso de la savia y dañar la planta. Aunque mucha gente utiliza precintos y plásticos, nuestro consejo es utilizar cuerda. No solo es más ecológico sino que, además, es menos agresivo con la planta (cosa que agradecerá).
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