En este artículo, exploraremos la importancia de los arbustos perennes de rápido crecimiento en el jardín y cómo pueden ayudarte a crear un espacio de ensueño en poco tiempo.
Guía de arbustos perennes de rápido crecimiento
1. Laurel cerezo (Prunus laurocerasus)
El laurel cerezo, también llamado comúnmente laurel inglés, es una buena opción para quienes viven en climas continentales, ya que es bastante resistente al frío y al calor de verano . En condiciones ideales, puede crecer hasta casi un metro de altura por año. Este arbusto de perenne de crecimiento rápido tiene hojas de color verde brillante y no cambian de color después del verano, en otoño. En primavera produce racimos de flores de color blanco.
Climatología: soporta temperaturas gélidas en invierno, incluso por debajo de los -5ºC
Tipo de suelo: se adapta muy bien a todo tipo de texturas de suelo. Óptimo desarrollo en texturas franco-arenosas, con buen drenaje y pH ligeramente ácido.
Riego: se adapta muy bien a la sequía.
Recomendaciones generales: se adapta magníficamente bien a las podas.
2. Tuya (Thuja)
Hay muchos tipos de arbustos de hoja perenne que se utilizan en setos, aunque no todos muestran un crecimiento tan vertiginoso como algunos cultivares de tuya. Una buena elección cuando buscamos setos grandes para dar privacidad en nuestro jardín es el ‘Gigante Verde’ . Si buscas una opción más compacta pero con un crecimiento más lento, puedes buscar la tuya ‘Emerald Green’ Este último generalmente alcanza entre 3 y 4 metros de altura y la misma extensión en horizontal.
Climatología: muy resistente, siendo capaz de tolerar un rango muy amplio desde -18° C hasta 40 ºC. Requiere estar ubicado en el exterior y disfruta de condiciones de pleno Sol.
Tipo de suelo: se suele cultivar en suelos calizos y arcillosos, siempre que no sean excesivamente pesados y tengan buen drenaje.
Riego: no soporta suelos muy húmedos, regándose 1 vez cada 7-15 días en invierno y cada 3 o 4 días en verano.
Recomendaciones generales: se suele recomendar un fertilizante rico en nitrógeno y fósforo durante el periodo de brotación (primavera).
3. Aligustre (Ligustrum)
El ligustro es uno de estos arbustos perennes de rápido crecimiento que se busca cuando necesitamos privacidad en nuestro jardín. Crece rápidamente, se poda bien y produce una floración que origina racimos de frutas que duran todo el invierno. Una de las variedade más comunes es Ligustrum vulgarem pero poco a poco ha sido sustituido por el ligustro japonés ( Ligustrum japonicum).
El ligustro produce pequeñas flores blancas o cremosas en verano, que dan paso a bayas negras o moradas en otoño. Sin embargo, algunas especies son consideradas invasoras en algunas áreas debido a su capacidad para propagarse fácilmente y desplazar a las especies nativas. Por lo tanto, es importante asegurarse de que el ligustro se cultive de manera responsable y no se convierta en una amenaza para el ecosistema local.
Climatología: arbusto muy resistente que tolera muy bien la contaminación ambiental. Requiere protección cuando las temperaturas caen por debajo de -10 ºC.
Tipo de suelo: puede plantarse en casi cualquier tipo de suelo. Prefiere un terreno fresco, fértil con un buen drenaje.
Riego: moderado, dejando la tierra prácticamente seca entre riego y riego.
Recomendaciones generales: se suele cultivar como seto, por lo que tolera una poda de formación.
4. Leylandii (Cupressus × leylandii)
También conocido como ciprés de leyland, este arbusto perenne de rápido crecimiento es un híbrido del cedro de Alaska y ciprés de Monterrey. Es vigoroso y crece muy rápido, capaz de crecer hasta casi 1 metro por año. Requiere podas anuales para controlar su crecimiento, ya que es un poco caótico en cuanto a la producción de ramas. El ciprés de leylandii es un excelente opción cuando buscamos un seto de privacidad o una protección contra el viento.
Climatología: ambiente rústico, soportando temperaturas muy gélidas (hasta -24°C). Cultivo en exterior con exposición a plena luz.
Tipo de suelo: se adapta muy bien a todo tipo de suelos, especialmente los suelos con buen drenaje.
Riego: moderado, evitando encharcamiento y dejando secar la tierra entre riego y riego.
Recomendaciones generales: recomendable poda anual para controlar el hábito de crecimiento.
5. Cornejo colorado de arroyo (Cornus sericea)
Dentro del listado de arbustos perennes de rápido crecimiento, el que más destaca visualmente en invierno es Cornus sericea. El cornejo colorado puede estar en su mejor momento cuando nada bloquea la vista en el jardín, mostrando su característico color de corteza rojo fuego.
Es un arbusto de tamaño medio a alto caducifolio que crece hasta un tamaño de 1.5-4 m de altura y 5.3 m de ancho, extendiéndose de forma veloz mediante la producción de estolones, que terminan formando un matorral denso. El cultivar ‘Flaviramea’ se ha ganado el Premio al Mérito Garden de la Royal Horticultural Society.
Climatología: pleno sol a sombra parcial. Tiene muy buena resistencia al frío y a las heladas.
Tipo de suelo: suelo rico, fértil y húmedo.
Riego: no resiste sequía. Regar de forma regular para conservar humedad constante, pero sin encharcar.
Recomendaciones generales: fertilizar todos los años aportando materia orgánica a inicios de primavera.
6. Arce de Amur (Acer ginnala)
Como la mayoría de los arces, el arce de amur es apreciado, además de por ser un arbustos de crecimiento rápido, por su brillante color otoñal, especialmente cuando buscamos un seto de grandes dimensiones para darnos privacidad o protegernos del viento. Una de las subvariedades más conocidas del arce es el ‘Flame’, creciendo velozmente hasta 60 cm por año con pocos cuidados, (poda anual de mantenimiento). solo necesita poda anual para mantener su forma.
Climatología: especie bastante rústica que soporta temperaturas gélidas. Se cultiva a pleno Sol semi sombra.
Tipo de suelo: no necesita una condición de suelo especial, salvo un buen drenaje.
Riego: soporta muy bien la falta de humedad y la sequía.
Recomendaciones generales: recomendable poda anual de mantenimiento
7. Celinda (Philadelphus coronarius)
El arbusto celinda o filadelfo produce un clásico aroma a cítrico que embriaga el jardín de primavera, como lo haría un naranjo o mandarino. Esta especie es una planta ornamental bastante popular muy cultivada en jardines de las regiones templadas, produciendo una floración de color blanco muy aromática. Dependiendo de las temperaturas de invierno se comporta como un arbusto de hoja caduca o perenne.
Climatología: pleno sol a sombra parcial.
Tipo de suelo: se adapta bien cualquier tipo de suelo, siempre que cuente con buen drenaje.
Riego: riego moderado, dejando secar el sustrato entre riego y riego.
Recomendaciones generales: abonar cada 20 días en primavera.
8. Tejo (Taxus)
Una ventaja que tienen los tejos sobre muchos arbustos perennes de rápido crecimiento es que son tolerantes a la sombra propia de las orientaciones del norte, sin importar cuán privadas de luz solar estén. Sin embargo, también se pueden cultivar a pleno Sol. El tejo es un árbol histórico de grandes dimensiones. Su particular forma piramidal, la vejez de los árboles adultos y el magnífico aspecto ornamental hace que sea plantado en multitud de zonas climáticamente diferentes. Existen diferentes tipos de tejos que crecen de forma muy lenta, como el tejo negro (Taxus baccata).
Climatología: alta tolerancia a diferentes temperaturas.
Tipo de suelo: desarrolla un potente sistema radicular y se adapta bien a todo tipo de suelos, con buen drenaje.
Riego: está acostumbrado a ambientes secos y soporta muy bien los periodos largos de sequía.
Recomendaciones generales: es un arbusto que se adapta muy bien a la poda
9. Lila (Syringa vulgaris)
Si tenemos un pequeño hueco en nuestro jardín reservado para un árbol de magnífica floración, en la lista aparecerá sí o sí la especie Syringa vulgaris. Además de por la espectacularidad de este arbusto, también por su rapidez de crecimiento. Principalmente, en lo que más destaca es su característica floración, parecida en cuanto a volumen y tonalidad cromática al género Prunus (almendro, melocotonero, albaricoquero, etc.). La lila común, se cultiva ampliamente como especie ornamental en prácticamente todas las zonas de Europa, aunque también tiene presencia en Estados Unidos.
Climatología: buena exposición a la luz del sol (al menos 6 horas al día). La floración primaveral se estimula con inviernos fríos (toleran hasta -15 ºC).
Tipo de suelo: suelos arenosos y arcillosos, generalmente secos, y de tipo calcáreo (pH alcalino).
Riego: tolerante a la sequía, pero se suele regar en primavera y verano de 2 a 3 veces por semana mediante riego por goteo.
Recomendaciones generales:
10. Forsitia (Forsitia)
Debe haber un lugar especial en su corazón para los arbustos de Forsythia. Cuando sus botones florales comienzan a amarillear, las flores de Forsythia anuncian nada menos que la primavera misma. Entre todas las plantas del jardín, la forsitia es una de las primeras en entrar en floración.Su valor ornamental caracterizado por sus impresionantes flores amarillas y su rapidez de crecimiento hace de esta planta una gran alternativa frente a las especies más comunes y habituales del jardín.
Nota: no es exactamente una especie perenne, pero condiciones cálidas si tarda mucho en perder todas sus hojas.
Climatología: se cultiva a pleno Sol, no necesita condiciones especiales de humedad y su temperatura óptima está comprendida entre los 18 ºC y 25 ºC.
Tipo de suelo: condiciones de suelo son las habituales para los arbustos mediterráneos, bajo cualquier tipo de textura, buen drenaje y un mínimo de contenido en materia orgánica.
Riego: buena resistencia a la sequía
Recomendaciones generales:
11. Loropetalum (Loropetalum chinense)
Loropetalum chinense forma parte del grupo de arbustos perennes de rápido crecimiento donde destaca por la perfecta armonía entre su follaje y su floración temprana, que empieza a activarse desde el final de invierno. Lo más curioso de este arbusto es su floración, parecida a la de hamamelis, con los que comparte un tipo de flor que se caracteriza por unos largos y delgados pétalos.
Climatología: crece de forma óptima en climas templados como el mediterráneo, soportando alguna heladas ligeras en invierno.
Tipo de suelo: pH ligeramente ácido, con buen drenaje y contenido en materia orgánica.
Riego: riego moderado dejando la tierra seca entre riego y riego.
Recomendaciones generales: bajo mantenimiento, pudiendo realizar una poda al final del verano.
12. Tsuga (Tsuga canadensis)
Conocida también como Cicuta Canadiense, no guarda relación con el famoso veneno que acabó con la vida de del filósofo griego Sócrates. De hecho, ninguna parte de este arbusto de crecimiento rápido es venenosa. Ninguna parte de este árbol es venenosa. Esta especie es perfecta para definir una zona privada, ya que ofrece buena cobertura y densidad foliar. Es nativa del este de América del Norte y pertenece al género de las coníferas.
Climatología: requiere condiciones de frío y humedad y no soporta altas temperaturas.
Tipo de suelo: suelo fresco y húmedo pero bien drenado y rico en materia orgánica
Riego: evitar que el substrato se seque del todo
Recomendaciones generales: debe protegerse en verano de los rayos solares directos
13. Cotoneaster (Cotoneaster horizontalis)
La ramificación del cotoneaster es rígida y densa, lo que le da a la planta un crecimiento bastante alocado. Los tallos salen disparados de las ramas en lo que a menudo se denomina patrón en espiga, un término que también se usa en paisajismo . El aspecto erizado se suaviza significativamente una vez que aparecen las bayas rojas. Este arbusto de crecimiento rápido es ideal para configurar un seto de privacidad.
Climatología: pleno sol a sombra parcial
Tipo de suelo: suelo arcilloso, bien drenado y uniformemente húmedo
Riego: regular. Con altas temperaturas, regar un par de veces a la semana, sin encharcar pero manteniendo la humedad.
Recomendaciones generales: solo se recomienda podar cuando alguna rama se encuentre enferma o afectada.
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