Las hierbas son probablemente el grupo más popular y fascinante de las plantas existentes. Sin duda, la explicación de esto es que a lo largo de los siglos, las hierbas se han utilizado de muchas maneras diferentes.
Cómo cultivar y diseñar un jardín de hierbas.
Las hierbas son probablemente el grupo más popular y fascinante de las plantas existentes. Sin duda, la explicación de esto es que a lo largo de los siglos, las hierbas se han utilizado de muchas maneras diferentes. Le dan sabor a nuestros alimentos, perfuman nuestros hogares y decoran nuestros jardines, incluso pueden curar algunos de nuestros males. De una forma u otra, las hierbas son un beneficio para nuestras vidas.
En este artículo, te voy a mostrar cómo hacer crecer un jardín de hierbas.
Preparación del suelo para el jardín de hierbas.
Si tienes un jardín con una rica tierra fértil, estas de enhorabuena, ya que una de las cosas más importantes para el cultivo de hierbas es precisamente el suelo y su calidad. Un buen suelo de jardín no es fácil de encontrar, y por lo general te sueles dar cuenta que de una u otra forma tienes que mejorar el suelo. Las hierbas pueden sobrevivir en una amplia variedad de tipos de suelo, pero haciendo algunos cambios simples en su preparación, la tierra de tu jardín puede llegar a ser tan fácil de usar y productiva como quieras. Un buen suelo debe estar custodiado por una buena gestión.
Jardín de hierbas. Técnicas para la preparación del suelo.
Ahora que sabes lo que necesitas, ya estás listo para el programa de mejora de tu suelo. En esta sección aprenderás cómo poner a prueba tu suelo para la textura y su fertilidad. También aprenderás como mejorar las deficiencias de tu suelo de jardín. Y aunque no estés satisfecho con los resultados de los exámenes, mejorar el suelo del jardín es fácil. Recuerda, todo el proceso para mejorar el suelo no tiene porque realizarse el primer año. Tómate tu tiempo con tu suelo para así lograr los beneficios óptimos.
Las hierbas y su crecimiento.
Tarde o temprano, la mayoría de nosotros decidimos probar por nuestra cuenta el crecimiento de algunas hierbas que son nuestras favoritas. Si no has preparado el suelo de forma adecuada, ese crecimiento no va a ser el idóneo. En esta sección, vas a poder ver los mejores métodos para iniciar un jardín de hierbas.
Consejos para los jardines de hierbas.
Al igual que cualquier otro jardín, tienes muchas opciones diferentes para la distribución y el diseño al momento de plantar tu jardín de hierbas. En esta sección, te muestro las diferentes opciones de un jardín de hierbas y te ayudo a diseñar un plan para la siembra de tu jardín.
Es más que evidente y por tu experiencia lo sabrás, que si te gusta cocinar, nada sabe tan bien como algo que has hecho a tu mismo. Tu jardín de hierbas será una fuente de fragancias y deliciosos aderezos para tus comidas favoritas.
Vamos a empezar por la preparación del suelo para la siembra de un jardín de hierbas.
1.- Preparación del suelo para el jardín de hierbas.
La buena tierra es la clave para un jardín de hierbas que sea fácil de mantener. Aunque la mayoría de las hierbas son bastante resistentes y requieren poco cuidado, tienes que cuidar tu tierra y prepararla para sacarle el mayor provecho.
Mejora de tu suelo de jardín.
Un buen suelo suele estar compuesto por el 50 por ciento de sólidos y el 50 por ciento de espacio poroso, lo que proporciona espacio para las raíces, el agua y el aire que necesita la planta.
Los sólidos son la materia inorgánica (partículas finas de roca) y la materia orgánica en descomposición (materia vegetal). La parte inorgánica del suelo se puede dividir en tres categorías basadas en el tamaño de las partículas que contiene. La arcilla tiene las partículas más pequeñas del suelo, el limo tiene partículas de tamaño mediano y la arena tiene las partículas más gruesas. La cantidad de arcilla, limo y arena en un suelo determinan su textura.
Algunas personas optan por añadir las verduras en el jardín de hierbas para conseguir una cosecha más grande y mejor de hierbas y vegetales, sin embargo para ello tienes que mejorar la textura y la estructura de tu suelo. Esta mejora, ya sea para hacer que el suelo drene mejor o contener más agua, puede llevarse a cabo con bastante facilidad por la adición de materia orgánica.
La materia orgánica es el material que ha muerto y entra en descomposición. Puedes utilizar estos materiales como el serrín, astillas de corteza, paja, heno, hierba cortada y los cultivos de cobertura para que te sirvan como materia orgánica. Tu propia pila de compost te puede proveer con materia orgánica excelente para el enriquecimiento de tu suelo.
Cada primavera, mientras preparas el jardín para la plantación, incorporar la materia orgánica en el suelo mediante la labranza o una pala es una de las mejores maneras de preparar tu suelo para una cosecha excelente.
El siguiente paso en el programa de la mejora del suelo es realizar una prueba de suelo y de los niveles de nutrientes.
El informe de la prueba te recomendará la cantidad y el tipo de fertilizante necesario para un huerto con los beneficios deseados. Sigue las recomendaciones durante la primera temporada de crecimiento.
Los niveles de nutrientes que se necesitan están relacionados entre el tipo de suelo que se cultiva y el cultivo que cultivamos. Aunque los requisitos para las hierbas pueden cambiar, el análisis del suelo se calcula por el promedio óptimo de las recomendaciones de fertilización y de la cal.
Los resultados de la prueba del suelo indicarán el pH (equilibrio ácido-alcalino) del suelo, así como el contenido de nitrógeno, el contenido de fósforo, y el contenido de potasio.
El pH se mide en una escala de 1 (más ácido o agrio) a 14 (más alcalino o dulce), 7 representa neutro. La mayoría de las plantas vegetales producen mejor en un suelo que tiene un pH entre 5,5 y 7,5.
El número pH es importante porque afecta a la disponibilidad de la mayor parte de los nutrientes esenciales en el suelo.
El fósforo (P) y potasio (K) son niveles que se indican con un "bajo", "medio" o "alto nivel". Alto es el nivel deseado para la hierba y de huertas de ambos nutrientes. Si los resultados de las pruebas muestran que no es alta, se sustituirá por fertilizantes para paliar la carencia.
Aunque también se necesita el nitrógeno (N) en grandes cantidades por las plantas, el nivel de nitratos del suelo no suele ser medido rutinariamente porque la lluvia se filtra a los nitratos del suelo, lo que fácilmente se traduce en bajos niveles. Casi siempre se recomienda nitrógeno adicional mediante el uso de un fertilizante completo.
Ajuste de pH del suelo
Los resultados del análisis de suelo pueden aconsejar elevar el pH mediante la adición de una cantidad recomendada de cal al suelo. La caliza dolomítica de tierra es mejor y se puede aplicar en cualquier momento del año sin daño para las plantas. Se puede aconsejar para bajar el pH la adición de una cantidad recomendada de un producto de azufre. El sulfato de amonio es el producto de azufre más utilizado. Extiende la cal o azufre uniformemente a través de tu jardín y mézclalo mediante la labranza.
La fertilización: ¿Cómo y por qué hacerla?
A menudo los principiantes en la jardinería piensan que como sus hierbas han crecido bien hasta ahora sin fertilizante, van a seguir haciéndolo así la próxima temporada.
Y aunque puedes obtener buenos resultados sin esos fertilizantes, no obtendrás el mejor rendimiento.
Las plantas fertilizadas adecuadamente serán más saludables y más capaces de resistir las enfermedades y ataques de plagas, proporcionando más cantidad y de mejor calidad.
Hay dos tipos de fertilizantes: orgánicos e inorgánicos. Ambos contienen los mismos nutrientes, pero su composición y acción difieren de varias maneras.
Tus plantas no suelen hacer ninguna diferencia en cuanto a si los nutrientes provienen de una fuente orgánica o de una fuente inorgánica, siempre y cuando sean los nutrientes apropiados y en la medida recomendada. Sin embargo, las diferencias entre los dos tipos son de importancia su consideración.
Fertilizantes orgánicos.
Los fertilizantes orgánicos provienen de plantas y animales. Los nutrientes de los fertilizantes orgánicos deben ser descompuestos en un período de tiempo por microorganismos en el suelo antes de que estén disponibles para las plantas. Por lo tanto, los abonos orgánicos no ofrecen soluciones inmediatas a las deficiencias de nutrientes en el suelo.
Los abonos también son orgánicos. Estos pueden ser más voluminosos y contienen porcentajes más bajos de nutrientes que otros fertilizantes naturales. Sin embargo, ofrecen la ventaja de mejorar inmediatamente la textura del suelo, elevando el nivel de materia orgánica.
Debido a que los fertilizantes orgánicos no están generalmente bien dosificados en el contenido de nutrientes, es probable que necesites usar una mezcla de ellos para asegurar un contenido equilibrado de nutrientes.
Tanto las tablas como las instrucciones que vienen en el embase son las recomendaciones que debes usar como guía para realizar tu propia mezcla.
Fertilizantes inorgánicos.
Al fertilizar con un fertilizante inorgánico, los nutrientes van a estar disponibles inmediatamente para el uso de la planta.
2.- Jardín de hierbas. Técnicas para la preparación del suelo.
Más allá de los requisitos químicos para la fertilización, también quieres proporcionar los nutrientes necesarios y adecuados para tu jardín de hierbas.
La fertilización de tu jardín: un programa de dos etapas.
Fertilización.
Cuando tienes preparada tu tierra para la siembra de primavera, tienes que aplicar un fertilizante completo y de manera uniforme en todo tu jardín de acuerdo con las recomendaciones del análisis de tu suelo. No fertilices demasiado. Un esparcidor de mano ayuda a mantener la adición del fertilizante y distribuye los gránulos. Labra o ara el suelo para que el fertilizante se pueda propagar. Este primer paso ayudará a la mayoría de tus hierbas y verduras durante el periodo inicial de crecimiento. A mitad de la temporada de cultivo, las plantas habrán utilizado una gran cantidad de los nutrientes en el suelo y por tanto tendrás que volver a añadir estos nutrientes.
Abonando.
A medida que los nutrientes son utilizados por las plantas, será necesario un segundo impulso de fertilizantes para suministrar a tus plantas los elementos esenciales en lo que resta de la temporada de crecimiento. Utiliza el mismo fertilizante completo a la misma velocidad tal como lo utilizaste en la primavera. Con una azada, haz una profunda zanja a lo largo de un lado de la fila donde tengas tus hierbas plantadas, teniendo cuidado con las raíces de la planta. Aplica el fertilizante en la zanja y luego cubre la zanja. La lluvia y el riego trabajarán para introducir el fertilizante en el suelo, haciéndolo disponible para las plantas.
Plan de reciclaje.
Tener en tu jardín una pila de compost es la forma ideal para reutilizar la mayor parte de tu jardín y de los residuos de cocina para obtener beneficios.
El compostaje es esencialmente una forma de acelerar el proceso natural de descomposición de los materiales orgánicos que se descomponen y sus componentes para devolverlos a la tierra en forma de abono.
El proceso de descomposición se realiza de manera natural, pero poco a poco. La proximidad, la humedad y la circulación del aire de una pila de compost son fundamentales para este proceso. El compostaje convierte la planta y otros desechos orgánicos en un humus suelto que proporciona nutrientes a las plantas en crecimiento y aumenta la capacidad del suelo para controlar el agua.
El compostaje puede ahorrar dinero que de otra manera gastarías en acondicionadores del suelo y fertilizantes.
También puedes ahorrar tiempo, ya que te da un lugar donde poder deshacerte de la hierba cortada, hierbas y otros desechos de tu jardín.
Los residuos de jardinería se pueden convertir en un buen compost en menos de un año si la pila la gestionas adecuadamente. Cuando el compost está listo se puede utilizar para muchos propósitos.
El compost se puede agregar a la tierra de macetas para el inicio de semillas de un jardín interior. También se puede utilizar como un mantillo para proteger las raíces de una planta del calor seco del verano. El compost es también un excelente material para incorporar en la tierra del jardín y así ayudar a controlar la humedad: o bien el aumento de la capacidad de retención de agua en los suelos arenosos, mejorando el drenaje en los suelos arcillosos pesados.
Mezcla el compost en el suelo a una profundidad de 12 centímetros, asegurándote de que se dispersa uniformemente a través de toda el área de siembra. Cuando se añade compost al suelo puede absorber parte de nitrógeno del suelo. Para compensar esto puedes usar abono orgánico o inorgánico mezclándose con el compost.
A excepción de materiales enfermos y plagas cargadas que han sido tratadas con herbicidas, casi cualquier tipo de residuos de jardinería se puede compostar.
También puede utilizar este tipo de sobras de cocina, vegetales y frutas, cáscaras de vegetales, deshechos del café, hojas de té y cáscaras de huevo.
No utilices productos como carne o alimentos grasos, los cuales tienden a oler mal y atraer a los animales.
El material de composta debe mantenerse húmedo, pero no empapado, y debe ser suministrado con un fertilizante de nitrógeno (estiércol, harina de huesos o los fertilizantes comerciales) para mantener a los microorganismos activos de la descomposición más rápida.
Las formas de abono como los residuos orgánicos se descomponen por microorganismos en el suelo. Estos microorganismos no crean nutrientes; simplemente se descomponen como materiales complejos en otros más simples que la planta puede utilizar. Los microorganismos del suelo son más activos cuando las temperaturas del suelo están por encima de los 60 grados Fahrenheit, y la mayoría de ellos funcionan mejor en un ambiente húmedo y ligeramente alcalino. Los microorganismos trabajan más rápido en pequeños trozos de material orgánico.
Hay dos tipos básicos de microorganismos: los que necesitan aire para funcionar (aeróbico) y aquellos que no necesitan aire (anaeróbico). Es posible realizar compost en un recipiente hermético, gracias a los microorganismos que no necesitan aire. Un cubo de basura de plástico hermético convertirá una enorme cantidad de residuos orgánicos de tu cocina en compost en el curso de un invierno. La pila de compost que tengas al aire libre se debe girar con regularidad (aproximadamente una vez cada dos semanas) con una horquilla para proporcionar aire a los microorganismos que lo necesitan.
Hay varios dispositivos de compostaje útiles en el mercado. Cada uno tiene sus propias ventajas, pero una pila de compost no tiene que ser o tienes que utilizar materiales de lujo y caros para que funcione bien.
Un contenedor simple hecho con bloques de cemento, madera o material de cercado puede ser suficiente. Ponlo a un lado de tu jardín o esquina sin que este demasiado lejos de la huerta.
Hay tantos métodos de compostaje como quienes usan estos, por tanto una forma fácil de realizarlo es seguir estos consejos básicos para tener éxito.
Cómo iniciar una pila de compost
Comienza con un buen montón de hojas y material compacto como recortes de césped o aserrín.
En esta pila inicial extiende una capa de fertilizante. El nitrógeno ayudara a activar los microorganismos, que a su vez acelerarán la descomposición de los materiales orgánicos. A continuación, añade varias paladas de tierra de tu jardín, que supondrán una colonia de microorganismos. Es útil que tengas un pequeño montón de tierra cercano al iniciar la pila de compost.
Riega el montón también. La pila debe mantenerse húmeda, como una esponja exprimida. Mantén la adición de residuos de jardinería en la parte superior de la pila cuando esté disponible. A medida que las capas se vuelven gruesas y compactas, repite las capas de fertilizantes, cal y de suelo.
Una vez cada dos semanas, mezcla la pila con una horquilla. Esto asegurará que todos los componentes de la pila, y no sólo el centro, se calentarán. A medida que la temperatura en la pila de compost sube, las semillas de malas hierbas y los organismos patógenos dañinos van muriendo, y el proceso de descomposición no se retrasará.
Ahora que tu suelo está listo para tus hierbas, te voy a hablar de cómo plantar y cultivar hierbas.
3.- Aprender a cultivar hierbas
Las hierbas son útiles para la cocina, la artesanía, y la decoración.
Un jardín de hierbas es maravilloso, ya que incluso las puedes mezclar con flores y verduras para darles mucha más decoración.
Las hierbas culinarias son un pilar de la mayoría de los jardines de hierbas. Los sabores frescos del jardín como el tomillo, la albahaca, la ajedrea, el orégano y la mejorana son incomparables. También puedes cultivar variedades como el tomillo limón, albahaca de canela y el orégano siciliano, por ejemplo para agregar sabores diferentes a tu cocina.
Planea un jardín de hierbas antes de plantarlo. Algunos de los más encantadores jardines de hierbas tienen camas formales o patrones geométricos que muestran la belleza del follaje de hierbas.
Algunas hierbas se disfrazan como perennes (y viceversa), ya que pueden ser utilizadas para la decoración, la fragancia o para la cocina.
4.- Consejos para un jardín de hierbas.
Las capuchinas y el cebollino dan un color floral excepcional a un jardín, así como hacen atractivas las flores cortadas. La variedad púrpura de las hojas de albahaca son un acento llamativo en cualquier lugar.
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Aunque las hierbas se plantan a menudo en un diseño formal, separado del resto del jardín, este no es en absoluto un requisito imprescindible para el éxito en el crecimiento de ellos. Las hierbas se pueden mezclar en otras plantaciones. Las excepciones son aquellas pocas hierbas, como la menta, que es agresiva. Mejor plantarla en camas o jardineras y macetas separadas, donde su estricto control de propagación lo puedes mantener. La mayoría de las otras hierbas se pueden plantar junto con otros cultivos en tu jardín.
Las hierbas, las puedes plantar en diferentes tipos de diseños, ya sean informales, formales o una mezcla de ambos. La elección es totalmente de tu gusto personal y como más se ajuste a los espacios ajardinados que tengas disponibles.
Al planificar un jardín vegetal que incluya hierbas, las mismas reglas básicas para un buen diseño de jardín también van a ser necesarias.
Las plantas de altura deben estar ubicadas en la parte trasera de las camas, las intermedias en la parte del medio y las plantas de bajo crecimiento en la parte delantera.
De esta manera todas las plantas van a obtener un porcentaje máximo de la luz disponible. En camas centrales, las plantas más altas pueden estar situadas en el centro de la cama, las plantas más cortas alrededor del borde exterior, y las alturas intermedias entre los dos.
El mejor enfoque para decidir qué hierbas son las que necesitas, te gustan o precisas para plantar, es hacer una lista de hierbas que son las que más probablemente utilices.
Escribe el tipo de suelo, la luz y las necesidades de agua; su altura y la extensión. Haz una lista secundaria de las plantas que puedes disfrutar si dispones de sitio entre tus otras plantas.
Diseños formales jardín de hierbas.
El formato en diseños geométricos y equilibrados por lo general gira en torno a algún tipo de característica de jardín especial, como una fuente, reloj de sol, estatua, una planta característica inusual o un punto focal diferente.
Toda la atención conduce a esta característica, ya sea en el centro del jardín o a lo largo de un borde.
Diseño informal para un jardín de hierbas.
No hay reglas, simplemente usa tu imaginación, sin trazar formas y limitaciones, juega con colores, arriesga con variaciones y se imaginativo, la informalidad está en la sorpresa de la belleza ante algo insólito.
La cosecha
Como regla general, las hierbas tienen el más alto nivel de sabor en sus hojas justo antes de que florezcan. La recolección se realiza mejor en este momento.
La recolección de hierbas para nuestro uso se puede hacer durante todo el período vegetativo.
En la cosecha de hierbas y para conservarlas en el futuro, tienes que esperar hasta que la planta está en su pico aromático. Elige la primera hora de la mañana, cuando los compuestos aromáticos están en su nivel más alto del día. Desecha todas las porciones enfermas o infestadas de insectos.
Si hay polvo presente, lava la planta completamente y quita de encima la mayor cantidad de agua. Si es posible, lava la planta un día antes de la cosecha.
Ten especial cuidado cuando coseches las semillas. El momento debe ser lo suficientemente preciso para permitir que las semillas maduren completamente antes de que se dispersen. Una manera de resolver este problema es mantener la atención en el crecimiento y cosechar tan pronto como las semillas comienzan a secarse.
Corta con cuidado las cabezas en una bolsa de papel de gran tamaño, lo que permite que las semillas caigan directamente en la bolsa. Tenlas en la bolsa para completar el proceso de secado. Ten cuidado de no compactar las cabezas de la semilla; se necesita la circulación de aire alrededor de las cabezas de semillas para reducir la posibilidad de crecimiento de moho.
Si no puedes mantener este consejo, otra alternativa sería la de encerrar cada cabeza de semilla, en la propia planta, en pequeñas bolsas o mallas hasta que la floración haya terminado y las semillas estén para su recolección.
De esta forma, cuando las cabezas se sequen, las semillas caerán y se quedarán en la bolsa. Una vez que te hayas dado cuenta que las semillas están cayendo en la malla o bolsa, corta con las tijeras la cabeza, con bolsa y todo y déjalas secar en el interior de casa.
De esta forma, tendrás tus semillas para la nueva temporada, perpetuando y siguiendo con el proceso de cultivo de un jardín de hierbas.
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