Lo primero que tienes que saber es que cada semilla es única y todas tienen una viabilidad diferente dependiendo de la especie que tengamos, por lo tanto no todas van a durar el mismo tiempo. Por esa razón intentaremos utilizar siempre las semillas con más tiempo almacenadas.
El envase
Es muy importante que guardemos las semillas en un lugar totalmente hermético. Aunque se recomienda que el envase sea opaco esto no es necesario, pues normalmente las semillas son, posteriormente, almacenadas en cajas o armarios, así que ya le proporcionamos la opacidad necesaria. Personalmente uso bolsitas etiquetadas y luego las introduzco en una caja. Para semillas de un tamaño considerado como grande podemos utilizar botes de cristal previamente desinfectados, estos botes son muy prácticos y nos dan mucho juego por la capacidad que tienen y su fácil almacenaje.
Para evitar plagas en nuestras semillas te aconsejo esparcir un poco de tierra de diatomeas. De esta manera, si quedase algún insecto, este no tardará en morir y no perjudicará nuestras semillas. Si no sabes que es la tierra de diatomeas te aconsejo que hagas click aquí para visitar el artículo en el cual hablo sobre ella. Esta tierra es totalmente inocua y no dañará a nuestras semillas en absoluto.
Humedad de las semillas
Es importante tener en cuenta la humedad porque, si nuestras semillas conservan humedad, puede provocar la aparición de hongos y la pudrición, perdiendo así toda nuestra cosecha. Lo ideal es poner nuestras semillas un par de días al sol, siempre con cuidado los días extremadamente calurosos y, tras esto, ya podemos guardarlas.
Otro truco para evitar la humedad consiste en añadir un trozo de tiza o un trozo de escayola. Estos quitarán cualquier humedad que aparezca salvando así nuestras semillas. También podemos usar las bolitas de gel que vienen en las cajas de zapatos ya que cumplen la misma función.
La temperatura
Este es un tema quizás algo peliagudo pues, según la variedad, las semillas pueden resistir climas realmente extremos. Igualmente, por regla general, lo ideal es conservarlas a una temperatura no inferior a los 3ºC ni superior a los 18ºC. Mucha gente las conserva en frigoríficos pero es una practica innecesaria si disponemos de algún lugar fresco en casa.
Un factor muy importante a tener en cuenta es que las semillas no se estropean más por estar a mayor o menor temperatura, lo que realmente las estropea son las variaciones bruscas de estas, por eso es conveniente almacenarlas en un lugar de temperatura estable.
Por último me gustaría recordarte que es algo primordial etiquetar siempre tus semillas, pues esto nos permitirá saber la especie, la variedad exacta y la fecha de recolección. Gracias a este detalle lograremos un control profesional.
¿Qué te parecen estos trucos para conservar las semillas por mucho más tiempo? Si tienes cualquier duda sobre cómo realizar esquejes correctamente puedes dejármela en los comentarios y no olvides ayudarme a difundirlo. Puedes compartirlo en tus redes sociales y seguirme en mi canal de YouTube.
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