Ventajas
1. No tendrás que comprar semillas o planteles por lo que te ahorrarás un dinero.
2. Experimentarás todo el ciclo de la planta, desde su germinación hasta la recolección de los frutos.
3. Las semillas se irán aclimatando a las condiciones del entorno donde vives y temporada tras temporada guardarán la carga genética e irán haciéndose más productivas y resistentes a plagas y enfermedades.
4. Te permitirá ir seleccionando las variedades que más te gusten y mejor se adapten mejor al lugar donde vives. ¿Qué semillas guardar?
Puedes guardar todo tipo de semillas excepto las híbridas y transgénicas, de hecho, almacenadas en las condiciones adecuadas son viables hasta 12-15 años, aunque yo te aconsejo que las utilices y vuelvas a proveerte de semillas de las nuevas plantas.
Escoge plantas vigorosas y libre de enfermedades para recoger las semillas.
Las semillas deben ser recogidas en días secos y soleados, en el caso de las hortalizas de hoja como la lechuga o la acelga deja que un par de plantas desarrollen el ciclo completo y recolecta las semillas cuando se sequen, si se trata de frutos como el tomate, pepinos o calabacines, escoge uno o dos de los mejores y deja que maduren en la mata, después deberás separar las semillas del gel que las protege y secarlas al sol.
¿Cómo obtener todo tipo de semillas?
¿Cómo almacenar las semillas?
Las semillas deben almacenarse bien secas, por lo que deberás dejarlas al sol por lo menos durante una semana y después debemos asegurarnos de que van a permanecer secas hasta que se utilicen, una buena opción es guardarlas en tarros de cristal herméticamente cerrados, puedes guardar diferentes tipos de semillas en un solo tarro separándolas con sobrecitos, no te olvides de etiquetar lo tarros y los sobres para acordarte de que semillas guardas.
El lugar donde guardes las semillas debe ser seco y sin luz directa.
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