Llega el otoño y como no podría ser de otra manera, las primeras lluvias y son perfectas para el Cultivo de setas.
Hasta la aparición de las primeras heladas quedan por delante dos o tres meses ideales para salir al campo y recoger boletos, rovellons, setas de cardo…pero, ¿ y si os lo ponemos más fácil? crea tu propio cultivo de setas en casa y así tendrás la despensa siempre llena.
El Cultivo de setas puede hacerse en una terraza o en tu jardín. Para ello, hay que seguir unos sencillos pasos en base a la biología de tu seta favorita. Las hay simbiontes, como los níscalos, que se unen mediante micorrizas a los pinos, mientras que otras especies son saprófitas, como la seta de cardo que se alimenta de restos vegetales.
Las setas son las estructuras que albergan las esporas: los esporocarpos son las “flores” del hongo, pero en sí el hongo está formado por una serie de filamentos, hifas, que a modo de raíces se encuentran en el sustrato del que se alimentan, ya sea este el suelo, las raíces de los árboles o la madera muerta.
Para cultivar las setas, lo que compramos son porciones de micelio, que a modo de “semillas” colonizarán el sustrato y nos darán con muy poquitos cuidados un buen setal, que harán las delicias del mejor secreto. Además, nos darán un toque muy especial en nuestro jardín o terraza.
Cultivo de champiñones
Si lo que te gustan son los champiñones, la seta del cardo o la seta de chopo, lo vas a tener bastante fácil y no necesitarás un espacio demasiado grande para tener una producción mediana. La forma de cultivo de estas especies es muy sencilla: el blanco o “semilla” se puede comprar en diversos formatos, como cuñas inoculantes, granos de cereales inoculados o directamente troncos y sacos ya inoculados, donde apenas tendremos que humedecer y esperar.Si nos decidimos a cultivar a partir de semillas, el procedimiento no conlleva grandes trabajos, aunque sí mucha higiene, para evitar que otros hongos colonicen el medio y compitan con nuestro elegido.
Pongamos como ejemplo el cultivo de la seta de ostra sobre madera: cortaremos una rama de chopo o álamo de unos 25 cm de diámetro y 50 cm de largo. Podemos hacer varios agujeros en el tronco donde introducir el micelio o cortar una “loncha” del tronco y poner en medio el blanco. Los cortes deben realizarse con herramientas previamente limpias y desinfectadas con alcohol y recuerda que los hongos son buenos almacenes de contaminantes, como los metales pesados, así que mejor herramientas manuales.
Para evitar que se deseque el micelio, taparemos con cinta aislante el hongo y lo protegeremos del sol y del viento al tronco regandolo para que esté húmedo. De 2 a 6 meses más tarde el tronco tendrá una cobertura de aspecto algodonoso y estará listo para producir. Tras esta fase, solo tenemos que colocar el tronco en una maceta con arena limpia y regar regularmente todo el tronco. Podremos tener producción entre una y tres veces al año y a un bajísimo coste. Los blancos de Shiitake, seta de cardo o de ostra se pueden adquirir por menos de 35 euros ya inoculados en troncos o por 26 euros en cajas.
Imágenes/Flickr: Robby van Moor, Wendell Smith, Tweek, Karen Neoh.