Uno de los mayores atractivos de estas fiestas tan familiares se encuentra en la decoración. Las calles se llenan de luces, los centros comerciales de guirnaldas y nuestras casas de los motivos típicos: el árbol de Navidad y el Portal de Belén. Cada vez son más personas las que hacen también a su jardín partícipe de estas celebraciones, llenando arbustos y macetas de luces, bolas de colores y espumillón. Sin embargo, conviene guardar ciertas precauciones para que las plantas no acaben sufriendo daños.
Sin duda, lo más común es convertir los pinos y abetos de los exteriores en improvisados árboles de Navidad. Para sujetar cables, bombillas y adornos, recurriremos a materiales que no hagan daño a las ramas o troncos. Según nos explica David González, responsable de Arte y Paisajes Urbanos SL, "evitaremos usar alambres o cuerdas. Debe ser un material menos recio como, por ejemplo, cuerda flexible de plástico o alambre especial protegido, artículos que se pueden encontrar en centros especializados de jardinería como material para entutorar".
En el caso de utilizar bombillas, nos aseguraremos de que la intensidad de la luz sea la correcta y que se sitúe a cierta distancia de la planta para que el calor que desprende no queme las ramas (sobre todo si son focos halógenos).
Las especies más adecuadas
Para estas fiestas, las especies que más se utilizan son las coníferas (abetos, cedros, etc). Tienen la ventaja de que aguantan muy bien los adornos, tienen ramas bastante flexibles, y disponen de las acículas, resistentes al calor y a la rotura, por lo que son las variedades perfectas para la decoración navideña del jardín. Eso sí, siempre y cuando el peso de los adornos no ponga en peligro las ramas.
"Hay que tener especial cuidado en los ápices de las coníferas, que son las guías que lleva el árbol en su crecimiento vertical", señala David González. "Si se rompen, habremos hecho un daño irreparable a la planta, ya que perdería su característica forma piramidal".
También aguantan bien otras especies de hoja caduca, pero asegurándonos de que las yemas y la corteza sean duras. Las más sensibles, si seguimos este orden de mayor a menor resistencia, serían las variedades de hoja perenne no coníferas.
Algunas ideas
Aunque lo mejor ante cualquier duda es consultar con un profesional cualificado, existen algunas recomendaciones básicas. Por ejemplo, la decoración nunca debe impedir la transpiración y el paso de la luz al follaje de la planta. Por eso, las telas o los plásticos no son buenas opciones a la hora de decorar.
Como es obvio, toma las medidas de precaución que sean necesarias para colocar los adornos (cuidado en las escaleras y andamios) y con las instalaciones eléctricas, donde las uniones de cables y enchufes deberán estar en perfectas condiciones.
No olvides que la mejor alternativa a los adornos artificiales es el uso de especies vegetales propias de estas fechas que ahora están en su mejor momento y que aportarán a tu jardín un toque personal y, cómo no, muy navideño. Acebos, cotoneaster, madroños, callicarpa y pernetia lucen en invierno bayas y frutos de distintos colores que dan un aire singular a tu rincón verde y no necesitan más decoración que la que la madre naturaleza les ha dado.