Una de las pocas hortalizas que están en su apogeo, en este mes de marzo, son las habas.
Empieza la actividad de sembrar y plantar las especies que vayamos a recoger en verano y en otoño.
Si nuestro clima es templado, ya en la primera quincena del mes podemos comenzar a sembrar. Si, por el contrario, nuestro clima no es tan benigno y hay posibilidades de que aún pueda helar por las noches y las mañanas, conviene entonces esperar a la segunda quincena del mes para hacer esa labor.
Una de las tareas a realizar es preparar los tubos de riego, ubicándolos en el sitio correcto, verificando que no haya fuga y, en definitiva, que estén en buenas condiciones o de lo contrario, reparar los daños.
Una vez que hayamos acabado con el sistema de riego, procedemos a proteger la tierra, los surcos y bancales cubriéndolos de paja, plástico, cortezas, etc. a la espera de la siembra o plantación.
Si durante el invierno hemos dedicado tiempo a desherbar mucho mejor, menos trabajo tendremos ahora, sino es ahora el momento de hacerlo, removemos la tierra para que se airee y se ablande en aquellos lugares donde no haya cultivos y retiramos las malas hierbas con la mano o la azada.
Si hemos hecho túneles o mini invernaderos, ahora tenemos que estar más pendientes de levantar los plásticos para que cojan aire las plantas y que no se quemen con el sol más radiante que hay a partir de este mes. Algunas de estas protecciones ya se pueden quitar, sobre todo las que protegen a lechugas, cogollos, escarola, achicorias, etc. En cambio si la temperatura baja por la noche y madrugada debajo de los 10ºC entonces conviene seguir manteniendo las protecciones en aquellas plantas recientemente transplantadas y que aún no tienen vigor para afrontar esos fríos.
Ya podemos sembrar achicoria, canónigos, cogollos, escarola, espinacas, guisantes, lechugas, rabanitos, etc. También podemos consultar el tema desarrollado en este mismo blog "Calendario lunar para el jardín y el huerto" para sembrar estas hortalizas de acuerdo a la fase lunar que favorecerá la siembra de uno u otro cultivo.
Algunas hortalizas, como los tomates, pimientos y berenjenas, requieren estar aún protegidas del frío. La hierba aromática, albahaca, que necesita ser sembrada o plantada todos los años, también es friolera y será protegida en túnel o sembrada en maceta para luego ser transplantada en abril.
Otras hortalizas se sembrarán a voleo directamente en su sitio definitivo: espinacas, rábanos y zanahorias.
En hileras de surcos: la achicoria, cogollos, escarola, lechugas, etc.
Dispuestos de a 3 ó 4 semillas por cada hoyo y formando una hilera y a una distancia x un hoyo de otro: guisantes, judías y pepinos.
Para la segunda quincena ya se pueden transplantar: acelgas, cebollas, endibias, escarolas, puerros, etc.
A la hora de regar, conviene hacerlo a media mañana o media tarde y si fuera posible con agua templada. Y por supuesto, antes de transplantar o sembrar lo mejor es tener el sistema de riego ya colocado y verificado su correcto estado de funcionamiento.
En cuanto a árboles frutales, si aún no se ha acabado la poda, debe terminarse en la primera quincena del mes y además, se trabaja y abona la tierra que los rodea.