Las herramientas en un jardinero son muy necesarias para poder dar ese toque extraordinario a tu jardín, Gracias a la poda se consigue manipular un poco la naturaleza, dándole la forma que más nos guste. Este trabajo básico de jardinería también facilita que las plantas crezcan de un modo más equilibrado, y que las flores y los frutos vuelvan cada año con regularidad.
Lo mejor de las herramientas es darle forma cuando los ejemplares son jóvenes, de modo que exijan pocos cuidados cuando sean adultos. Además de saber cuándo y cómo hay que podar, tener unas herramientas adecuadas para esta labor es también de vital importancia.
Hoy en día existen herramientas especiales para cualquier tipo de poda, variando en precio y calidad. Hay materiales ligeros, herramientas que funcionan a distancia y otros artilugios prácticos.
No obstante, es importante calcular cuántas veces pensamos usar unas determinadas tijeras, y comprar algo en función de ese cálculo. Está claro que no necesitamos todos los artilugios para podar que se ofrecen en el mercado.
Sin embargo, este tipo de útiles, sea cual sea, debe cumplir una serie de requisitos: obviamente, cortar siempre bien, también no ser demasiado ligeros (para evitar que se desmonten con las primeras tareas) y que dispongan de un mecanismo de resorte de modo que no sea necesaria mucha fuerza en el manejo.
Podadera
Si no tienes un jardín demasiado grande y si todavía debes adquirir tus primeras herramientas, entonces una podadera es básica. Existen dos tipos: la de doble filo y la de uno. Ésta, también denominada 'tipo de yunque', exige el menor esfuerzo y suele ser más económica. El 'pico de papagayo' (de doble filo al contrario) da un corte algo más bonito y es más fácil de manejar en lugares de difícil acceso.
Ambas son aptas para las ramas más bien pequeñas, hasta un grosor de 2 a 3 cm. como máximo. También venden podaderas para zurdos. Para los trabajos más duros hay que recurrir a la de mangos largos. Gracias a éstos, que funcionan como palancas, hay que hacer menos fuerza para cortar las ramas más gruesas.
Sierra de leñador y otros básicos
Para los fornidos árboles es indispensable esta herramienta. Se diferencia de una de carpintero en que los dientes, que son más anchos, no se atascan tan fácilmente en la madera viva. Además, corta al tirar de ella y no al empujarla, una característica muy práctica para los trabajos de altura.
La mayoría de las sierras de podar tiene dientes en ambos lados: los más gruesos se utilizan para el trabajo pesado, los finos, para el último toque. No obstante, una sierra que corte por ambos lados no es muy práctica en las ramas que crecen muy cerca unas de otras, ya que, al serrar, se podrían provocar daños en las ramas vecinas.
La llamada sierra griega tiene una hoja torcida, que termina en una punta aguda con dientes inclinados: muy práctica para espacios estrechos. Una sierra de podar más pequeña con sólo dientes por un lado también es una buena solución.
Aparte de estos básicos, hay otros dos utensilios muy prácticos. En primer lugar la podadera para ramas altas. Con ella puedes recortar hasta una altura de 2,5 m. Se maneja por medio de una palanca y un hilo, y en el extremo hay un gancho; moviendo la palanca hacia arriba o hacia abajo, el cuchillo de la podadera corta la rama, que es sostenida por el gancho en el extremo de la podadera.
Tijeras de jardinero
Si tenemos setos o arbustos que deben cortarse con forma, entonces como último componente de nuestro conjunto de herramientas básicas son imprescindibles unas tijeras de jardinero.
Sin embargo éstas no son muy precisas al podar y, por lo tanto, sólo valen para los arbustos. Y es que casi todas las variedades de setos tienen tantos botones que son capaces de sobrevivir cualquier tratamiento por muy rudo que éste sea.
Aparte de las tijeras de hojas lisas, también las tenemos con hojas onduladas, ideales para los setos formados por tuya (Thuja occidentalis) o Cupressocyparis leylandii. Estas especies desprenden una sustancia gomosa, por la que los cuchillos lisos enseguida se atascarían o cortarían con más dificultad, lo que podría provocar la rotura de las ramas.
Las tijeras de jardinero con hojas onduladas no tienen este problema y suelen ofrecer resultados más bonitos. Si tenemos setos de una longitud de varios metros, tal vez merece la pena considerar la posibilidad de adquirir un cortasetos eléctrico.
Un buen mantenimiento
La mayoría de las herramientas para podar exigen poco mantenimiento. Una gotita de aceite en las partes giratorias después del uso evita que se atasquen en la siguiente poda. Las hojas de sierra se deben limpiar después del uso, con un paño con un poco de aceite.
Si has cortado árboles o arbustos enfermos, hay que limpiar el conjunto con un desinfectante o con una dilución de lejía, para eliminar posibles gérmenes patógenos. También los artilugios de calidad deben afilarse al final de la temporada.
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Imágenes/ Flickr: Four Seasons Garden, atomfoto, hortykim