Higuera (Ficus carica)

La higuera es uno de los frutales más apreciados en los huertos y jardines de poco riego. Es una planta que tolera muy bien la poda, y que además necesita pasar muy pocas horas al año por debajo de los 7ºC para dar una gran cantidad de frutas durante la temporada.

Esto hace que sea muy interesante cultivarlo, ya que no requiere casi ningún tipo de cuidado. Así que si te apetece saborear higos recién cosechados, a continuación te explicamos todo sobre la higuera para que no se te escape nada.

Origen y características de la higuera

Imagen – Wikimedia/Juan Emilio Prades Bel

La higuera, cuyo nombre científico es Ficus carica, es un árbol caducifolio originario de Asia, sudoccidental, pero llegó a Egipto durante la época de los faraones y a la Antigua Roma. De ahí seguramente se introdujo a otros puntos del mediterráneo, como España. A modo de curiosidad, es interesante decir que un estudio publicado en Science demuestran que fue la primera planta en ser domesticada, unos mil años antes de que lo hiciéramos con otras como el trigo.

Pero, ¿cómo es? Pues bien. Se trata de una planta que llega a medir un máximo de 8 metros de altura, aunque en cultivo es un poco difícil encontrar ejemplares que superen los 4 metros. Esto es así porque se poda para que la recogida de los higos sea más cómoda, ya que si se dejara crecer a su aire los que brotasen de las ramas superiores probablemente acabarían en el suelo, reventados tras el impacto y por lo tanto no aptos para consumo.

La copa mide unos 3-4 metros de ancho en el ejemplar adulto, y se compone de numerosas ramas de las cuales brotan hojas lobuladas, de hasta 25 centímetros de largó por hasta 18 centímetros de ancho. Estas son verdes, pero cuando el tiempo empieza a refrescar se vuelven amarillas, luego marrones y finalmente se caen.

Florece en primavera, y lo hace una manera muy curiosa: produce higos que, en su interior, tienen florecillas, las cuales serán polinizadas por un grupo determinado de avispas. Estos insectos entran por el agujerito del higo que tiene en su base, y deja sus huevos dentro. Una vez salen las larvas macho del huevo, se aparean con las hembras que aún están dentro de él, y después mueren.

Al final, las hembras por fin salen del huevo y, como tienen alas, pueden salir del higo, pero no sin antes llevarse polen de sus flores que servirá para polinizar a otra higuera.

¿Cuántas cosechas da al año?

Va a depender mucho de la variedad de higuera. Hay algunos que solo lo hacen una vez, hacia mediados/finales del verano, pero hay otras que lo hacen dos: a comienzos de dicha estación, produciendo lo que se conoce como brevas (son más pequeñas que los higos), y otra entre mediados de agosto y septiembre en el hemisferio norte.

Además, hay que tener en cuenta el Ficus carica puede ser dioico, es decir, que existen ejemplares masculinos y otros femeninos; o monoico teniendo las flores de ambos sexos en un mismo árbol.

¿Cuántos años de vida tiene una higuera?

La esperanza de vida del Ficus carica es de 50-60 años. Crece muy rápido y empieza a dar higos pronto. Asimismo, produce muchos hijuelos, por lo que aunque se muera la planta madre siempre se puede dejar alguno. Así, no habrá necesidad de comprar otro árbol.

Variedades de higueras

Existen numerosas variedades de higueras en el mundo, pero nosotros vamos a recomendarte unas de las que más se cultivan en España, pues por lo general son autofértiles, como estas:

Albacor: es una variedad que, gracias a su origen (región mediterránea), es muy resistente a la sequía. Es bífera, y produce dos cosechas al año.

Blanca: estos higos son blancos, como su nombre indica. Se pueden conservar en seco mejor que otras variedades.

Celeste: tiene higos con la piel púrpura, y la carne rosada y de sabor dulce.

Sari Lob: es una variedad que produce higos cuya piel es de color púrpura, con sabor dulce y buen aroma. El inconveniente es que tiende a abrirse en cuanto madura, por lo que se ha de cosechar lo antes posible para evitar que los insectos y/o pájaros se nos adelanten.

Verdal: son higos verdes que maduran tarde, desde finales del verano hasta casi mediados de otoño. Pero tienen un excelente sabor.

Usos de la higuera

Es un árbol que tiene un par de usos. El más importante es el frutal: tanto los higos como las brevas se consumen frescos, »pasados». Hasta se hacen mermeladas, y postres dulces. Ahora bien, aunque es el más conocido, hay otros también igual de interesantes.

Por ejemplo, el ornamental. Es una planta que vive bien con poco, que solo necesita sol, una tierra que drene bien el agua, y ya. Hay quien se anima y la tiene como bonsái, o como arbolito en maceta. La poda no le perjudica mucho siempre que se haga en la época adecuada y no sea drástica.

Antiguamente el látex se usaba para combatir las caries y las verrugas, pero hoy habiendo médicos especialistas es preferible acudir a ellos, pues el riesgo de tener problemas es alto. Y es que el látex solo con el contacto con la piel nos puede causar picor y escozor, además de sensibilidad a la luz; y si se ingiere podríamos tener sensación de malestar, vómitos y/o náuseas.

¿Qué cuidados necesita una higuera?

Ahora pasemos a los cuidados de este árbol. Como hemos ido adelantando, es un frutal que se conforma con poco. Pero es muy importante que se tengan unas cuantas cosas en cuenta, ya que sino podría no crecer como deseamos:

Ubicación

El Ficus carica necesita mucha, mucha luz. De hecho, es mejor ponerlo desde un primer momento en un lugar en el que esté expuesto al sol de manera directa, y si es posible durante todo el día aunque puede crecer bien también si solo le da medio día.

Sus raíces son invasivas, pero además no se aconseja poner plantas debajo de su copa ni junto a su tronco, pues lo más probable es que no sobreviviesen al emitir etileno (un gas que promueve la caída prematura de las hojas, así como la senescencia o envejecimiento, también prematuro, de las plantas).

Tierra

Maceta: si se va a tener en maceta se llenará con, por ejemplo, sustrato universal (en venta aquí).

Jardín o huerto: la tierra debe ser neutra o básica, con un pH superior a 6.5. Crece sin dificultad en suelos arcillosos, pero han de tener buen drenaje; es decir, si vemos que al regar o cuando llueve se forman charcos de agua que tardan horas o días en desaparecer, deberemos de instalar tubos de drenaje, o hacer canales o pendientes con el fin de que no pase más. Además, a la hora de plantarla en el suelo es muy recomendable mezclar la tierra con perlita o arlita.

Riego

El riego debe ser por lo general escaso, especialmente si está en el suelo. Para que te hagas una idea de lo mucho que resiste la sequía, debes saber que yo misma tengo una en el jardín, en el sur de Mallorca, y no la regamos nunca. Y solo caen unos 350 litros de precipitación al año repartidos entre el invierno, mediados de verano (hacia la segunda mitad de agosto) y a veces primavera.

Por supuesto, si se cultiva en maceta la cosa cambia, ya que en esas condiciones la cantidad de tierra es muy limitada, y además se seca con rapidez. Así pues, si se tiene en un recipiente regaremos unas dos veces a la semana, excepto en otoño e invierno que espaciaremos los riegos.

Abonado

El abonado se hará regularmente desde primavera hasta finales del verano. No es imprescindible si se ha plantado en el suelo, pero en maceta sí se aconseja para que no se quede sin nutrientes. Con ese fin, es muy recomendable abonar a la higuera con abonos líquidos, por ejemplo guano, o extracto de algas, siguiendo las instrucciones del envase.

Multiplicación

La higuera se puede multiplicar por tres métodos distintos: por semillas en otoño (también en primavera, pero cuanto más frescas sean mejor), esquejes (a finales del invierno) y acodo aéreo (primavera).

Plagas

Es bastante resistente, pero en algunas ocasiones puede tener:

Cochinillas: les encantan los ambientes secos y calurosos. Se adhieren a las hojas y a los higos, y se alimentan de su savia.

Mosca del higo: pica los higos cuando aún están verdes, y caen pronto.

Barrenillos de la higuera: excavan galerías en las ramas que son visibles en primavera.

Gusanos en los higos: son los de la mosca de la fruta, que también afecta a otros árboles. Los higos completan su desarrollo, pero por dentro veremos que están llenos de larvas.

Orugas en hojas: se comen la epidermis de las hojas.

Enfermedades

En cuanto a las enfermedades, puede tener las siguientes:

Negrilla, que suele aparecer durante una plaga importante de cochinillas.

Podredumbre radicular, causada por un riego excesivo y/o por un suelo que drena mal el agua, lo cual favorece a los hongos patógenos como el fitóftora.

Virus del mosaico, que causa la aparición de manchas en forma de mosaico en las hojas, y que por desgracia no tiene cura.

Poda

Se realiza a finales del invierno. Lo que se hace es lo siguiente:

Eliminar los hijuelos. A veces se deja uno cuando el árbol se acerca al final de su vida.

Cortar las ramas que tengan mal aspecto, estén rotas, secas o con síntomas de enfermedad o plaga importante como barrenillos en su interior por ejemplo.

Recortar las que sean muy largas, es decir, las que le estén dando un aspecto »asalvajado» o desordenado.

Rusticidad

Resiste hasta los -12ºC, aunque no necesariamente tiene que bajar tanto la temperatura para fructificar. En mi zona por ejemplo solo baja hasta los -1,5ºC y comemos higos dulces todos los veranos, así que no te preocupes si vives como yo en una región cuyo clima es suave. Lo importante es que las cuatro estaciones estén diferenciadas, y que en otoño-invierno haya un mínimo de 100 horas por debajo de 7 grados centígrados.



¿Qué te ha parecido la higuera? ¿Tienes alguna?