Allium sativum (El ajo), es una planta perenne con hojas planas y delgadas con raíces bastante profundas. El bulbo, forma una cabeza dividida en gajos que comúnmente son llamados dientes. El número de dientes puede variar y podemos encontrar ajos con 6 dientes o incluso con 12, cada uno de los cuales se encuentra envuelto en una delgada capa de color blanco o rojizo.
Pero en el post de hoy no hablaremos del ajo ni de su cultivo en la huerta ya que nos interesan más sus propiedades para el tratamiento de nuestras hortalizas y de las diferentes plagas que les pueden afectar. Pero si te interesa saber cómo sembrar ajos aquí te dejo este vídeo.
El ajo tiene varias ventajas a la hora de usarlo como insecticida y si tuviésemos que resaltar alguna de ellas serían: Primero, que es totalmente inofensivo para los insectos beneficiosos para la huerta y segundo, que es ecológico por lo que no perjudica el medio ambiente.
Se pueden hacer diversas mezclas, lo mejor es probar con diferentes grados de concentrado y ver cuál es el que mejor funciona en nuestra huerta.
En este post os mostramos la que nosotros hacemos y que variamos aumentando la cantidad de ajo o disminuyendo el volumen de agua, según el nivel de infestación que tengan las hortalizas afectadas. Es bastante efectivo contra el pulgón, los mosquitos, las hormigas y otros insectos perjudiciales.
Tengo que decir que en nuestra experiencia hemos comprobado que su eficiencia varía según el nivel de la plaga y que en algunos casos, cuando la plaga está muy extendida, no la elimina por completo pero si la reduce considerablemente. Por eso lo mejor es utilizarlo al menor indicio de que nuestras plantas están afectadas.
Pulveriza las plantas a última hora de la tarde o a primera hora de la mañana y no lo hagas nunca en las horas en que los rayos del sol incidan directamente sobre nuestra huerta ya que podríamos provocar quemaduras en las hojas de las plantas.
Ingredientes:
5 o 6 dientes de ajos
1 litro de agua
24 horas de maceración.
Mejor utilizar agua sin clorar, de algún manantial o fuente o podéis utilizar la que recojáis de la lluvia. Si no, podéis dejar el agua un par de días en un recipiente abierto para que se evapore el cloro.
Proceso de elaboración
Picamos los dientes de ajo en trozos pequeños y podemos machacarlos en un mortero o apretarlos con la hoja del cuchillo. Nosotros los apretamos con la hoja del cuchillo ligeramente.
Echamos los ajos picados en un recipiente con agua. Tapamos con un paño y dejamos reposar durante 24 horas
Una vez transcurridas las horas de macerado colamos y echamos el agua macerada en un recipiente con pulverizador y pulverizamos las plantas afectadas.
Pulverizamos durante tres o cuatro días a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde. Si la plaga no remite volveremos a repetir el tratamiento. Si aún así persiste puedes aumentar el concentrado o añadir unas gotas de jabón líquido y repite la secuencia después de transcurrida una semana.
Guardar el macerado en un sitio fresco y oscuro y no lo conserves más de 7 días para evitar la descomposición del mismo y la pérdida de efectividad.
Este preparado lo puedes utilizar tanto el la huerta como el el huerto urbano o en macetohuerto.
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