He vivido años, años largos, sin ser capaz de mantener una planta viva. O se morían por falta de agua o por exceso. Hace un par de años conseguí mantenerlas todas de septiembre a julio en perfectas condiciones pero en verano se murieron la mayoría. No ha sido hasta este último año, que he conseguido mantenerlas todas incluso en los meses de más calor. ¿Cómo? Conociendo a cada una y sus necesidades particulares.
Sin embargo, no me caracterizo precisamente por tener buena memoria, así que no soy capaz de recordar sus nombres y necesidades específicas. Por eso este año he empezado a crear un diario sobre los cuidados de las plantas que tengo en casa.
Para que no sea “una tarea más” de la lista interminable, lo voy haciendo a ratos, como parte de mi ocio personal. Hay semanas que puedo dedicarle más tiempo y otras que ni lo toco. Lo importante es ir avanzando y tenerlo siempre a mano para consultar.
Para crear este diario solo necesitas tres cosas:
una libreta
Fotos de cada planta
Una web de confianza de la que obtener la información.
Para este último punto suelo consultar en varias páginas para contrastar la información. A veces hay tantas variedades de una misma planta que es difícil dar con sus cuidados. Pero en general, hay bastante información fiable en la red. Una página que me gusta mucho, no solo por sus consejos, sino también por lo inspiradora que es y la variedad de plantas que muestra, es Slow and Home.
Si decides convertirlo en un momento placentero de tiempo libre para ti, puedes recrearte un poco decorando el diario con acuarelas o incluso hojas secas de algunas de las plantas. Yo me he animado con el dibujo y para algunas de las plantas, he recurrido a mis hijos. Les he encargado que saquen las fotos de alguna de ellas, que dibujen sus hojas... No siempre lo hacen jajajaa pero sí ha aumentado su interés por las plantas, hasta el punto de ser ellos quienes me recuerdan que debo regar alguna que está un poco alicaída ;)
¿Qué te ha parecido el post de hoy? ¿te animas a tener plantas en casa?
¡Un abrazo!
Fuente: este post proviene de Medias y tintas, donde puedes consultar el contenido original.
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