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La capuchina es también es una flor que aleja las plagas de otras plantas, por eso es muy útil sembrarla en los huertos, en especial los que contienen guisantes, judías y frutos en forma de baya.
Además, las hojas de capuchina se aprovechan bastante en la cocina: son adecuadas para aderezar ensaladas, porque ofrecen un toque aromático parecido a la pimienta.
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La capuchina posee unas hojas como sus flores pueden ayudarnos a mejorar nuestro arte culinario. Las ligas de la caléndula, es decir, sus pétalos, suelen usarse para decorar los platos, ya que su sabor es amargo. (Descubre otros flores comestibles en este post: 'Del florero al plato: las flores también se comen')
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Qué suelo es el idóneo
En general, la capuchina se adapta muy bien a cualquier terreno, aunque sus necesidades incluyen sol en gran cantidad y suelo arenoso y ligero.Asegúrate de buscarle una ubicación bien luminosa.
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Las flores crecen mucho mejor en suelos pobres, pero si queremos aprovechar las hojas para utilizarlas en ciertas comidas, tendremos que poner abono que ayude a enriquecer y fortalecer la tierra y, con ella, la planta.
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Multiplicación y cuidados
La mejor época para sembrar la capuchina es a finales de primavera.Debemos regarla en pequeñas cantidades, evitando inundarla.
En general, es una planta muy agradecida porque se adapta a cualquier suelo, también al cultivo en maceta y, además, no requiere excesivos cuidados.
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Recolección y aplicación en cocina
Para poder comerlas, las hojas se pueden cortar a mediados del verano, antes de que el ejemplar florezca. Se las fragmenta y seca antes de desmenuzarlas y almacenarlas.(Imagen/ Flickr: blumenbiene)
Si queremos aprovechar las propiedades gastronómicas de las flores, debemos comerlas frescas ya que éstas no se secan bien.