Como sabéis, una sección muy importante de HortoGourmet es la dedicada a las frutas y hortalizas, donde hablamos detenidamente de los diferentes tipos de ellas que podemos encontrar, profundizando un poco en su historia y origen, en sus usos gastronómicos y, sobre todo, en sus propiedades y beneficios para la salud. Hoy nos vamos a centrar en otra de las frutas de la familia de los cítricos, la lima.
El concepto de lima que se usa de forma más generalizada hace referencia a la fruta ácida de la familia de los cítricos, que llegó a Europa desde Oriente Medio en la época de las cruzadas, pero hay tantas variedades de limas y frutos a los que hace referencia que es un término algo confuso.
En la gastronomía la lima tiene diferentes usos, entre los más conocidos están su combinación con otras frutas en zumos, batidos o cócteles (como nuestra receta de caipirinha), el aromático aporte de la ralladura de su piel o del zumo en recetas de repostería o en helados caseros, y la cada vez más abundante presencia de la lima en platos más habituales como ensaladas o carnes. Además, no hay que olvidar que en cocinas como la asiática y la mexicana es un aderezo que siempre está muy presente.
En cuanto a la composición de la lima, hay que decir que se trata de una fruta de la que aproximadamente el 88 % del total es agua, quedando los hidratos de carbono en un 10 %, de los cuales el 3 % corresponden a fibra alimentaria. Así pues, tanto las proteínas como las grasas son práctimente inexistentes en este sabroso cítrico.
Por otro lado, hay que destacar que la lima es una fruta rica en vitamina C, como todas las de la familia de los cítricos, alcanzando hasta el 49 % de la cantidad diaria recomendada (CDR). Tampoco podemos olvidarnos de otras, cuya cantidad en la lima es buena también, como la vitamina B6 y el ácido pantoténico (vitamina B5), o la tiamina y el ácido fólico (vitamina B9).
En el apartado de minerales, la lima muestra buenos aportes de hierro (5 % CDR), calcio y fósforo. Otros, como el magnesio o el potasio también tiene su peso dentro de esta fruta, aunque en menor cantidad.
Por último, no podemos dejar de comentar los beneficios para la salud que nos aporta el incluir la lima en nuestra dieta. Su alto contenido en vitamina C le hace ser considerada un antibiótico natural para prevenir infecciones o resfriados, además de ayuadar en el mantenimiento de las arterias (hipertensión, hemorroides o varices) y en la reducción del colesterol, gracias también a sus propiedades antioxidantes. Además, la vitamina C favorece una mejor salud de los huesos y nos ayuda a prevenir la osteoporosis.
Se considera también que la lima ayuda a equilibrar el sistema nervioso, ya que sus aceites tienen esencias con efectos calmantes. Además, posee propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, y nos ayuda a reforzarnos contra algunos tipos de cáncer, gracias, entre otras sustancias, al limoneno que se encuentra en su piel, al igual que en la de otros cítricos.
Como veis, la lima es una fruta bastante más completa de lo que quizá creíamos, por lo que es muy conveniente incluirla en nuestra dieta, ya sea su zumo o las ralladuras de la cáscara, para aprovechar así todas sus buenas propiedades. Además, esto no nos va a costar nada, ya que está buenísima.
Fuente: este post proviene de HortoGourmet Gastronomía y Comunicación, donde puedes consultar el contenido original.
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