PERO! para que esto sea posible, el suelo debe tener cierta ‘personalidad’, cierto ‘tumbao’ que haga que las plantas quieran absorber nutrientes de él… y esa personalidad se la da su nivel de acidez o alcalinidad.
Es como cuando se relaciona con las personas, a uno le puede interesar aprender de ellas o conocer sus historias, pero si son muy ácidas o introvertidas, va a ser muy difícil que uno quiera andar con ellas.
Volviendo al tema del suelo… se acuerdan de la escala del pH en las clases de química? pues les cuento que en este tema empieza a ser muy útil. Dependiendo del tipo de plantas que se vaya a sembrar, el suelo necesita cierto nivel de pH, que es el nivel de Acidez o Alcalinidad de una sustancia.
La escala del pH va del 0 (que quiere decir que la sustancia es totalmente Ácida) hasta el 14 (la sustancia es totalmente Alcalina). La mitad de la escala, es decir el 7, se considera ni fu ni fa, un nivel Neutro.
La mayoría de las plantas disfrutan un suelo ligeramente ácido, entre el 5 y el 7, especialmente las que producen frutos rojos como las fresas, los tomates, los pimentones, ahuyama, rábanos, papas, etc. Hay plantas que pueden tolerar suelos alcalinos (+7.5) como la rúgula, los girasoles, las acelgas, los espárragos y la col rizada, pero ninguna tolera un suelo alcalino con un pH de 8 o más.
Para saber exactamente el pH del suelo, la mejor forma es hacer una prueba de suelo que se pueden encontrar en la sección de jardinería de los almacenes especializados en hogar y contrucción tipo Lowe’s o Home Depot. También se pueden contratar de manera profesional en las instituciones relacionadas con el sector agrícola y agropecuario de cada país pero puede llegar a ser muy caro.
Hasta este momento yo no he hecho ninguna prueba de suelo. Por ahora la única guía que utilizo para saber si un sector específico de mi jardín tiene potencial es la maleza. Sí, la maleza, esa terca enemiga a veces resulta útil a la hora de saber en dónde plantar una semilla.