A la hora de diseñar y planificar nuestro jardín, hay un concepto que deberíamos tener siempre en cuenta: la xerojardinería. Se trata de crear jardines con pocas necesidades hídricas, para hacer un uso más racional del agua. Algo que es de obligado cumplimiento hoy en día. ¿Quieres saber cuáles son las claves de esta técnica de jardinería? Te lo contamos todo.
El origen de la xerojardinería
La creciente sequía que se vivía en aquella zona desencadenó todo el proceso. Responsables del Departamento de Aguas de Denver se unieron a los expertos de la Universidad Estatal de Colorado y a la Asociación de Paisajistas de Colorado para analizar el problema. Así llegaron a una conclusión clara: la jardinería y el paisajismo debía adaptarse a las nuevas circunstancias climatológicas, y no al revés.
Con el paso del tiempo el concepto de xerojardinería se fue extendiendo a otros estados norteamericanos y de allí a otros países hasta llegar al resto del mundo.
Las plantas del xerojardín
La mayoría de las plantas de un xerojardín, por no decir la totalidad, serán especies autóctonas, bien adaptadas al clima de la zona. Y, a ser posible, serán plantas con pocas necesidades hídricas.
Las 7 claves del xerojardín
Planificación y diseño adecuados. Además de conocer las características y exigencias del terreno, se han de estudiar otros aspectos como el clima, la disponibilidad del agua para el riego, etc.
Análisis del suelo. Aporta datos interesantes a la hora de elegir las plantas.
Selección adecuada de las plantas. Optar por especies autóctonas con baja necesidad hídrica.
Reducción de las zonas de césped. Por sus alta exigencia de riego y mantenimiento, el césped se limita a espacios pequeños situados en las zonas más vistosas del jardín.
Uso de sistemas eficientes de riego. Como la microaspersión y el goteo, que aprovechan al máximo el agua de riego sin desperdiciar ni una gota.
Uso de acolchados o mulching. Cubrir el suelo con plantas o materiales sirve para protegerlo y para mantener su humedad.
Mantenimiento adecuado. Además de elegir las plantas adecuadas y el sistema de riego más eficiente, el xerojardín ha de caracterizarse por el respeto al ecosistema. Por eso, se procurará no utilizar elementos químicos en su mantenimiento, como son la mayoría de los productos fitosanitarios, abonos, fertilizantes o insecticidas. La alternativa está en buscar opciones ecológicas para mantener el jardín en perfecto estado.
Suelos y pavimentos
Hay muchos materiales adecuados que puedes elegir para acolchar o tapizar el suelo de tu xerojardín. Destacan los cantos rodados, que te ayudarán a delimitar zonas específicas. También la corteza de pino es un buen material, o las gravas decorativas. Estos materiales, bien combinados, ayudan a crear contrastes de color con las plantas.
Después de leer todas estas interesantes características de la xerojardinería, ¿no te parece que es la mejor técnica de paisajismo para planificar un jardín doméstico esté donde esté?
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.