Uno de los problemas que nos encontramos, entre otros, cuando estos pequeños animales visitan nuestra huerta o jardín es el estético. Y es que no hay nada peor que tener un césped recién cortado y con un verde esplendoroso y que una mañana te levantes y lo encuentres lleno de montículos de tierra por todas partes.
Estos pequeños mamíferos tienen la mala costumbre de hacer madrigueras subterráneas y cuando comienzan nuevos túneles o buscan una pareja para reproducirse es cuando provocan estos montículos en el suelo. Es verdad que la presencia de estos pequeños y molestos animalitos nos disgusta y nos puede llevar a la desesperación pero, por buscar algo positivo, su presencia nos indica que tenemos un buen suelo y sobre todo que uno de sus principales alimentos, tiene presencia en nuestra huerta o jardín.
Se suelen alimentar de lombrices y pequeños invertebrados. Mucha gente piensa que también se comen las raíces de nuestras plantas. Pero eso no suele ser habitual, lo que si producen son alteraciones en el suelo que perjudicarían a las plantas más jóvenes y también deshidratación porque el agua se escapa por las galerías que estos hacen. Lo que sí puede ocurrir, y esto si es un problema bastante más grave, es que algún otro animal que se alimente de raíces utilice estas galerías para llegar a las de nuestras hortalizas para dar buena cuenta de ellas.
Son animales que trabajan tanto de día como de noche a los que les gustan los suelos sueltos, más fáciles de escavar, y húmedos.
Ahora que les conocemos un poco vamos a ver cómo podemos mantenerlos lejos de nuestra huerta o jardín.
Si tenemos césped, por ejemplo, lo que tenemos que tener en cuenta antes de sembrar es las necesidades de humedad que éste necesita y elegir una variedad que no sea demasiado exigente con los riegos. Así ahorraremos y no tendremos nuestro suelo húmedo. Si en cambio lo que cultivamos son hortalizas, decídete por un riego por goteo para reducir a lo máximo las zonas húmedas de tu huerta.
Otra opción es a plantar ruda en los perímetros de la zona que queremos mantener fuera de topos. La ruda, además de protegernos de otras plagas es una planta que no está entre las preferidas de nuestros incómodos amigos.
También podemos utilizar bolitas de alcanfor que meteremos en las galerías y al tener un olfato tan desarrollado y las bolitas un olor tan fuerte les resulta desagradable y buscarán lugares más cómodos para ellos y su marcha nos proporcionará tranquilidad a nosotros.
Y si la cosa se pone fea podemos recurrir a trampas o ahuyentadores comerciales y aquí tendremos de todo tipo y precios. Pero si lo que queremos es alejarlos sin provocarles demasiado daño lo mejor es decidirnos por una opción más respetuosa y más económica y además utilizados de una forma correcta suelen dar bastante resultado. Y aquí es donde entra nuestro ahuyentador de topos casero. Una auténtica máquina preparada para mantener lejos de nuestros cultivos a los molestos topos.
Todos estos consejos son métodos para intentar mitigar los daños que estos producen pero no son el milagro universal y tampoco acabarán para siempre con tan incómoda visita. Tarde o temprano acabarán volviendo. Aunque no los veas ellos están ahí abajo.
Y ahora aquí os dejo un vídeo con el ahuyentador de topos casero que nosotros usamos en nuestra huerta. Espero que os guste.
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