La Mammillaria theresae es un cactus muy pequeño, tanto que aunque llegue a la edad adulta puedes cogerlo con una sola mano sin ningún problema. Aunque tiene espinas, estas no son peligrosas para los humanos; es más, cuando se manipule, por ejemplo para cambiarla de maceta, hay que tener mucho cuidado porque si no se las podríamos llegar a quitar.
Esto no le causaría daños, desde luego no graves, puesto que le volverían a crecer en poco tiempo. Pero es mejor hacer las cosas bien, y tomándonos el tiempo que haga falta, procurando no dañar a la planta. Pero, ¿cómo es este cactus? Y, ¿cómo se ha de cuidar?
Origen y características de la Mammillaria theresae
Imagen – Wikimedia/Amante DarmaninLa Mammillaria theresae es un cactus pequeño, endémico de México, en concreto de Durango, donde vive en los desiertos, a menudo entre las rocas tal y como puedes ver en la imagen superior. Su cuerpo es globoso aunque tiende a crecer en forma de columna con el paso de los años, hasta llegar a medir unos 5 centímetros de alto por 1-3 centímetros de grosor. Suele crecer en solitario, pero no es raro que ramifique.
Como toda mammillaria que se precie, tiene varias protuberancias en su cuerpo llamados tubérculos. Estos son cilíndricos, y en su extremo tienen la areola, de la cual surgen las 22-35 espinas radiales de color blanquecino y plumosas que tiene la especie. También brotan las flores, que son violetas o blancas y miden alrededor de 2 centímetros de diámetro. El fruto es muy pequeño, de 1 centímetro, y contiene semillas negras.
Se encuentra en peligro de extinción según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés).
¿Cómo se cuida?
Si no tienes espacio para cactus grandes, y/o te gustan los pequeños, entonces puede ser muy interesante hacerse con una Mammillaria theresae. Pero hay que decir que es un poco exigente, ya que por ejemplo si se riega más de lo necesario enseguida se pudre, y si se planta en una tierra muy compacta también se reblandece y al final se muere.Por este motivo, es importante saber cuáles son sus necesidades para que pueda tener un desarrollo adecuado. Así, además, conseguiremos que florezca todas las temporadas.
Ubicación
Es un cactus que ha de ponerse en un lugar donde quede expuesto al sol. Pero ojo con esto, pues si en el vivero lo tenían en interior, no hay que exponerlo al astro rey en cuanto lleguemos a casa pues de lo contrario se quemaría. Para evitar esto, es mucho mejor ponerlo fuera, al aire libre, pero en sombra (con mucha claridad).Al cabo de unos 15 días, podremos empezar a acostumbrarlo poco a poco, exponiéndolo a la luz solar cada semana un rato más. Si en algún momento vemos que se está empezando a quemar, antes de que vaya a más lo pondremos de nuevo en sombra. Poco a poco se irá acostumbrando al sol.
Tierra o sustrato
Imagen – Wikimedia/Michael WolfJardín: crece en suelos arenosos o rocosos, por lo que exige que la tierra drene rápidamente el agua, y que además al humedecerse se seque con rapidez. Por lo tanto, si queremos tenerlo en el jardín es muy recomendable hacer un agujero de unos 50 x 50cm, y cubrir sus lados a excepción de la base con malla de sombreo. Esta malla evitará que el sustrato que vamos a poner, que es el pómice, se mezcle con la tierra del jardín. Luego, echamos el mencionado pómice, y plantamos el cactus.
Maceta: dado que es muy sensible al encharcamiento, aconsejo utilizar sustratos tipo pómice (en venta aquí), o akadama (en venta aquí) con kiryuzuna (en venta aquí) a partes iguales, especialmente si vivimos en una zona donde la humedad ambiental es alta.
Riego y abonado
El riego es lo más fácil, pues realmente solo tenemos que regar a la Mammillaria theresae cuando el sustrato esté completamente seco. Es una planta que resiste bastante bien la sequía, por eso no tenemos que preocuparnos demasiado por esto. De hecho, solo hay que regar una vez por semana, e incluso menos en invierno.Por otro lado, el abonado lo haremos de forma periódica en primavera y en verano. Si está en el suelo le vendrá bien abonos o fertilizantes granulados o en polvo, pero si está en maceta será preferible usar abonos o fertilizantes líquidos para cactus (como este). En cualquier caso, hay que seguir las indicaciones del envase para no quemar las raíces.
Multiplicación
Se multiplica por semillas, y algunas veces por esquejes. La época ideal para ello es la primavera, e incluso a comienzos del verano. Las semillas se sembrarán en bandejas más anchas que altas, con sustrato para cactus. Una vez puestas al sol o en semisombra, se han de mantener con el sustrato húmedo pero no encharcado. Así germinarán en aproximadamente un mes.Los esquejes se toman de las ramificaciones que brotan de la Mammillaria theresae. Pero han de medir un mínimo de 2 centímetros, y se han de cortar con un cuchillo previamente desinfectado. Además, es bueno impregnar la base con hormonas de enraizamiento, y plantarlas luego en macetas con vermiculita. Si se ponen en semisombra, enraizarán al cabo de unos 15 días.
Plagas y enfermedades
Es un cactus que puede tener cochinillas. Ahora bien, la plaga que más daños le causa son los caracoles y babosas, por eso es importante que se mantengan alejados de la planta.Además, cuando se le echa más agua de la que precisa, las raíces se vuelven vulnerables a las enfermedades transmitidas por hongos, como el fitóftora.
Rusticidad
Soporta las heladas muy débiles de hasta los -1ºC.Imagen – Wikimedia/Michael Wolf
¿Conocías este cactus?