Es probable que conozcas o hayas visto árboles como: los abetos, los pinos, los cipreses, los enebros y los cedros, estos pertenecen a una pequeña parte de la flora gimnosperma de nuestro planeta.
Son más de mil especies, clasificadas en 88 géneros dentro del grupo de las plantas vasculares. Si quieres conocer un poco más acerca de este tipo de plantas gimnospermas ¡sigue leyendo!
¿Sabes cuáles son las características de las plantas gimnospermas?
Estás plantas son espermatofitas, lo que quiere decir que, son plantas que tienen tejidos vasculares que producen semillas.
Los tejidos vasculares distribuyen los recursos necesarios para su vida, como el agua, desde las raíces hasta sus hojas mediante un xilema.
Las semillas no se encuentran protegidas ni recubiertas por un ovario, están visibles en las hojas o cualquier otra parte de la planta.
Las gimnospermas forman conos que cuentan con estructuras reproductivas, sus hojas son en forma de aguja o escama y tienen la particularidad de desarrollarse en lugares secos y fríos, algunas en climas subtropicales.
Son plantas muy interesantes, tal como lo es su nombre, el cual es una palabra compuesta que significa semilla desnuda.
Lo que las identifica y caracteriza precisamente porque la semilla no está protegida dentro de un capullo, sino que están visibles sin protección alguna.
Este tipo de plantas no producen flores y por supuesto, no son árboles frutales, a pesar de esto, se puede disfrutar de agradables aromas y de belleza infinita.
Hay algunas especies que pudieran dar la impresión de tener frutos, pero estos no son verdaderos. Sucede que las semillas se localizan en hojas o tallos cortos.
Suelen tener forma de cono o de piña, pero no son frutas comestibles. Estos conos están separados en conos femeninos y masculinos.
Los conos femeninos producen semillas, mientras que los conos masculinos generan polen.
Dentro de las plantas gimnospermas podemos encontrar unos 75 u 80 géneros diferentes con alrededor de 820 especies.
Otra de sus características es que son plantas polinizadas por el viento. Fueron las primeras plantas en producir semillas, lo que fue provechoso porque para su reproducción podían prescindir del agua.
Son plantas que alcanzan varios metros de altura y son longevas. Es precisamente esta particularidad que las diferencia de muchas otras, en especial que son muy altas.
En la actualidad y desde hace mucho tiempo atrás, las gimnospermas han sido útiles para la elaboración de productos cosméticos y medicinales.
Por ejemplo, el Gingko biloba es usado en el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, es decir, posiblemente, eficaz para combatir el deterioro del desarrollo cognitivo.
Algunas son usadas como plantas ornamentales, su madera es de alta calidad. Tienen muchos otros usos que las convierten en unas plantas populares en todo el mundo.
Cómo se reproducen las plantas gimnospermas
Como mencionamos anteriormente, las plantas gimnospermas tienen conos masculinos y femeninos. Los masculinos cuentan con una escama y dos sacos polínicos.Mientras que los femeninos (que son de mayor tamaño) contienen una escama con dos óvulos. En la reproducción, el viento es quien se encarga de transportar el grano de polen.
Estos granos son depositados en las flores femeninas donde el tubo polínico penetrará hasta el óvulo, esta acción genera al cigoto al fusionarse los gametos.
Cuando ocurre la fecundación se forma la semilla, que se transformará y tendrá la forma de piña, que con el tiempo se abre para liberar semillas que formarán nuevas plantas al caer al suelo.
Tipos de plantas gimnospermas
Existen varios tipos de plantas gimnospermas, entre los principales se encuentran:
Division Pinophyta: pertenecen al grupo de las coníferas, son plantas leñosas que llegan a alcanzar decenas de metros de altura. Existen unas 630 especies, sus semillas están en los conos.
La división Pinophyta es de imponente belleza, las hay de hoja caduca cuya forma es de escamas y de hojas perennes, con forma de aguja.
Estos árboles cuentan con un gran valor económico, muchas de estas especies forman grandes extensiones de bosques, por lo que son uno de los biomas más importantes del mundo.
El aroma de algunos pinos es muy agradable, la resina ayuda a protegerlos de la proliferación de hongos e insectos.
Por mencionar algunos ejemplos, tenemos: del grupo de las pináceas a los pinos, piceas, abetos, cedros y alerces y de las cupresáceas a los enebros, cipreses o las sequoias.
Ginkgophyta: en este grupo, la mayoría de las especies están extintas, solo hay una sola existente en la actualidad.
El Ginkgo biloba, considerado un fósil viviente ya que su orden taxonómico se sitúa en unos 250 millones de años.
Este árbol tiene hojas caducas con forma de abanico, su altura es de unos 30 metros. Un dato interesante es que eran comunes en el Jurásico y en la era Mesozoica.
Hoy por hoy esta especie única tiene gran valor sentimental, además medicinal porque es usado por sus propiedades curativas para ciertas enfermedades.
Cycadophyta: esta especie produce conos, y se encuentran en regiones de clima tropical y subtropical. Se les conocen con el nombre de cícadas y su aspecto es similar al de las palmeras.
Gnetophyta: son un grupo de plantas que se acerca a las plantas con flores, se clasifican en tres familias, cada una con un género. Son de tallos cortos y hojas con escamas, entre ellas tenemos a las enredaderas o arbustos pequeños.
Es muy interesante la grandiosidad y belleza que nos regalan las plantas gimnospermas. Su importancia en la alimentación es poca, ya que sus semillas no son para consumo humano.
Aunque existen algunas excepciones, por ejemplo, los piñones de algunos pinos. Su mayor valor e importancia está en las propiedades de sus maderas.
La madera de estos grandes árboles es muy valiosa para las industrias de carpintería que se encargan de la elaboración de muebles y casas.
Es recomendable y estrictamente necesario que el hombre se esfuerce por conservar a las plantas gimnospermas.
Si llegamos al punto de la escasez, esto implicaría muchos problemas ecológicos y de supervivencia para los seres humanos.
La conservación es la clave para mantener el equilibrio de vida tanto para estas plantas como para nosotros los humanos.