Todos conocemos los productos de origen orgánico gracias al boom que tienen actualmente, pero no es un secreto que estos generan un mayor costo al consumidor que la mayoría de productos presentes en el mercado adquiridos normalmente, estos cultivos denominados orgánicos o libre de pesticidas incrementan considerablemente los precios porque ese es uno de sus objetivos.
En otros post anteriores hacía referencia de la oportunidad de negocio que ven las empresas al captar los cambios y adaptaciones que ocurren en el patrón de consumo, de un grupo considerado pequeño pero dispuesto a pagar altos costos por productos que cuiden su salud, de ahí que la agricultura denominada orgánica busca entre otras cosas aumentar el valor agregado a sus productos, orientan a la agricultura orgánica hacia el valor de cambio, un principio mercantilista.
Internacionalmente los organismos especialistas en el área aseguran que el principal problema que tenemos para combatir el hambre en el mundo no debe estar enfocado principalmente en aumentar vertiginosamente la producción, sino en aumentar la capacidad de acceso de estos a los alimentos, cosa que difícilmente se conseguirá por medio de la agricultura orgánica.
Varias veces he escuchado esta frase al referirse a las prácticas agrícolas actuales enfocar el problema desde el punto de vista de la planta esto se explica al mirar atrás y ver como se diagnostica un problema en un cultivo y como se dan las recomendaciones, en base a la problemática en sí, de forma aislada y no se toma en cuenta a la planta junto a las infinitas interacciones que ocurren en su entorno (incluyendo al hombre como género y principal transformador del ambiente), esto lo hace la agricultura orgánica, adapta las soluciones a lo que quiere el consumidor, el valor agregado y por último le provee algo positivo al ambiente para sustentar todo lo anterior, con unas excepciones reglamentadas mundialmente con fines no muy orgánicos.
En este caso decimos que la agroecología va más allá que la agricultura orgánica, de una manera integral de conocimientos científicos, aplicación de nuevas tecnologías, tomando en cuenta el principio de sustentabilidad, apreciando la experiencia de los productores y por supuesto buscando un equilibrio ambiental protegiendo la biodiversidad, el entorno ambiental, creándose así una agricultura con principios agroecológicos, que denominamos agricultura para la vida.
La agricultura orgánica y la agroecología difieren en el valor de cambio y el valor de uso, la agricultura orgánica se encarga solo de producir alimentos sin el empleo de químicos mientras que la agroecología busca lo sustentable, lo sostenible, mezclado con las técnicas científicas y tecnológicas que empleamos para mejorar las prácticas que venimos realizando y siempre buscando la erradicación del hambre y no el valor agregado del producto como lo hacen los orgánicos, la agroecología practica una agricultura que cuide el medio ambiente, produzca alimentos para el mundo, de sustento a los productores, es decir, una agricultura para la vida.
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Uno de los principales mitos sobre la agricultura orgánica es que se cree que se produce por medio de tecnologías limpias, sin aplicación de agroquímicos y preservando el medio ambiente, sin entender que al aplicar sólo abonos de origen orgánicos requerimos de grandes cantidades que únicamente es posible obtenerlo de otras personas que lo producen, estos abonos de bajo aporte nutricional hace que el producto final no sea óptimo y al agregar al cultivo sólo abono orgánico proveniente de otras zonas ajenas a los principios orgánicos estamos de una u otra manera alterando la estructura del suelo, estamos incorporando material muy distinto al que tenemos en el suelo, esto es solo un ejemplo de lo que es la agricultura orgánica y si investigamos un poco más les aseguro que encontraremos muchas contradicciones más.
En cuanto al mundo agroecológico lo trataré más a fondo en los próximos post, mientras tanto en este tema es importante tener claro que el equilibrio ecológico lo decidimos entre todos, con un grupo de técnicas variadas aplicadas al cultivo tomando en cuenta su entorno y a la planta como protagonista, sin un manual a seguir, al emplear solo una técnica para certificarnos como productores orgánicos estamos abusando de estos insumos orgánicos y por ende causando también un desequilibrio al ambiente, por todo esto yo apuesto a la agroecología como única vía para preservar la vida en el planeta.
Para terminar les dejo el punto de vista de Luis Skupien una mirada para el debate
La producción orgánica es un modo de producir que busca la preservación del ambiente y el cuidado de la salud del consumidor; puede ser más o menos materialista, más o menos mercantilista, más o menos comunitaria en su mirada. La agroecología es una propuesta metodológica de transformación social, que plantea modos de producción, transformación y consumo que respeten la diversidad natural y social de los ecosistemas locales y aseguran la sustentabilidad. Es siempre solidaria, comunitaria, local y ecosistémica en su miradaSuscríbete al final del post para seguir nuevas publicaciones sobre un tema tan amplio y necesario como lo es la conservación ambiental.
"DEMOS LA VISIÓN AGROECOLÓGICA QUE EL PLANETA NECESITA"