Ya conocemos la elevada capacidad de los pulgones de reproducirse y que esa propiedad les hace ser plagas potenciales de nuestros cultivos. Sin embargo en la naturaleza las poblaciones están controladas biológicamente por sus enemigos naturales.
La mayoría de estos enemigos son insectos que se alimentan de pulgones (depredadores) o que los parasitan (parasitoides).
Mariquita y pulgones en ciruelo.
Es fácil observarlos en las colonias de pulgones de los árboles frutales y de los cultivos de la huerta. Algunos no se observan fácilmente a simple vista.
Estos son los que hemos encontrado en la huerta:
Depredadores
Los más frecuentes son las mariquitas y los sílfidos.
Mariquita en hoja de judías.
Mariquitas (Coccinellidae)
Son los depredadores más importantes de los pulgones, tanto los adultos como las fases larvarias se alimentan de ellos.
Las mariquitas son coleópteros terrestres, sus alas externas son duras (élitros) y les cubren todo su abdomen. Miden entre 1 y 10 cm.
Mariquita adulta.
Hibernan en estado adulto. En primavera se reproducen sexualmente, la hembra localiza las colonias de pulgones donde deposita sus huevos, de color amarillo, y pone varios juntos, de 10 a 40.
Huevos de mariquita y Aphis fabae.
Larvas de mariquita
Joven mariquita.
De los huevos surgirán las larvas que son negras, alargadas y tienen aspecto de diminutos cocodrilos. La larva es muy voraz y para completar su desarrollo consumirá varios cientos de pulgones. A medida que crecen muestran unos puntos de color anaranjado cuya distribución es característica de cada especie.
Mariquitas de dos puntos.
Adalia bipunctata
Son mariquitas pequeñas con élitros de color rojo brillante y dos manchas negras. En la cabeza presentan dos manchas blancas. En el tórax tienen dos manchas blancas laterales y su borde posterior también es blanco.
Mariquita de dos puntos.
Es muy frecuente observarla en las plantas herbáceas y leñosas de la huerta. Esta especie es muy utilizada en los invernaderos para luchar biológicamente contra las plagas de pulgones.
Mariquita de siete puntos.
Coccinella septempuctata
Es la mariquita más frecuente en la huerta.
Los adultos son grandes, miden entre 5 y 8 mm y su forma es oval, redondeada. Presentan élitros rojos con siete o más manchas negras. Tórax negro con dos puntos cuadrados rectangulares de color blanco. En la cabeza tienen dos manchas blancas.
Mariquita. Puesta de huevos.
Las larvas tiene el cuerpo gris segmentado con tubérculos prominentes con pelos. Presentan manchas de color anaranjado en cuatro prominencias del tórax (dos a cada lado). Miden hasta 7mm.
Mariquita de diez puntos.
Adalia decempunctata.
Es una mariquita que presenta diez puntos es sus élitros y que es difícil de identificar por la gran variabilidad de colores entre el naranja, el rojo y el negro.
Es preferentemente arborícola y la hemos visto en los frutales. Las larvas presentan dos prominencias laterales y una dorsal de color anaranjado.
Mariquita de catorce puntos en judía.
Propylea quatuordecipunctata
Es un mariquita amarilla pequeña, de 3 a 4 mm. Tórax amarillo con varias manchas negras alargadas (más de 14), el borde posterior de la cabeza es negro y presenta una línea negra en los bordes donde se juntan los élitros.
Larva de sílfido
Sílfidos
Ya os hablamos de estos insectos al conocer los polinizadores en la huerta. Tienen dos pares de alas, como las moscas y son de color amarillo y negro por lo que se confunden con las avispas. Los adultos se alimentan de néctar pero sus larvas se alimentan de pulgones. Tienen más importancia que las mariquitas en el control de los pulgones, cada larva para desarrollarse devora unos 200 pulgones.
Larva de sílfido y pulgón ceniciento del melocotón
Uno de ellos es el Episyuphus balteatus.
El adulto es un díptero con forma de avispa. Las larvas son blanco-amarillentas y transparentes, se ven los órganos internos. Su forma es cilíndrica, de gusano sin patas y miden hasta 1 cm. La parte anterior es estrecha y en la posterior presenta dos prominencias.
Las hemos visto en melocotoneros, en cerezos, ciruelos y manzanos.
Crisopas
Otro es la Chrysoperla carnea. Se las llama vulgarmente crisopas y son muy utilizadas comercialmente para el control de plagas. El adulto es de color verde y se alimenta de néctar y polen de las plantas. Pone sus huevos fijándolos a los vegetales por un fino hilo.
Crisopa y mariquita de catorce puntos en judía.
Las larvas son muy activas y atrapan a los pulgones con un par de mandíbulas que tienen forma de pinzas. Los inyectan enzimas y después absorben el líquido. Cuando alcanzan unos 8mm forman un capullo y pasan al estado de pupa.
Momias en pulgones cenicientos del manzano.
Parasitoides
Son himenópteros (de la misma familia de las avispas y de las hormigas). Los adultos se alimentan de néctar y ponen sus huevos sobre o dentro de otros insectos. Allí surgen las larvas que se alimentan de ellos. Cada parasitoide tiene un único hospedador, en él pone un solo huevo.
Momias en A. fabae
Entre los que parasitan los pulgones destaca el Lisyphlebus testaceipes. Son insectos pequeños, de unos 3,5 mm. que ponen sus huevos en los pulgones. Los pulgones parasitados se hinchan, se vuelven de forma esférica y se pegan al sustrato. Se vuelven de color madera y el tegumento se endurece hasta adquirir una textura de papel. Estas formas se denominan momias.
Momias en A. fabae.
Cuando acaba su desarrollo hace un agujero por la que saldrá un individuo adulto.
Hemos observado estas momias en los pulgones cenicientos del manzano, en el negro de las judías y en el harinoso del melocotonero.
Asociación
En la imagen de la izquierda podemos ver una mariquita, dos crisopas y una larva de áfido devorando pulgones cenicientos en el envés de una hoja de melocotonero. Es la forma que la naturaleza tiene de restablecer su equilibrio, logrando que los pulgones no consituyan plagas que comprometan la supervivencia de las plantas.
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