Son cultivos robustos que se utilizan para mejorar y proteger los suelos. Son una herramienta valiosa en un huerto y se deberían incluir en los planes de cultivo. Los beneficios principales de su utilización son la mejora del drenaje, fertilidad, estructura, capacidad de retención de agua y control de malas hierbas.
Retienen los nutrientes en el suelo evitando que el agua los arrastre. Un vez que los abonos verdes se siegan y se descomponen los nutrientes regresan al suelo para que la siguiente cosecha los aproveche. También proporcionan al suelo una protección extra en la capa superficial, preservando su estructura de fuertes lluvias y otros fenómenos que producen erosión en el suelo.
Cultivo de abonos verdes.
En el caso de las leguminosas(habas, guisantes…), éstas toman el nitrógeno del aire incrementando la fertilidad del suelo, por lo que resultan una opción muy interesante.
Se pueden cultivar en cualquier época del año, desde la primavera hasta el otoño.
El suelo se prepara como para cualquier otra siembra, pasando el rastrillo para que el suelo quede nivelado y a continuación se siembran a voleo las semillas o se siembran en pequeños surcos. Deberían segarse e introducirse en el suelo antes de que se endurezcan demasiado y la descomposición sea más difícil y en el caso de los abonos verdes anuales debe hacerse antes de que florezcan. Las herbáceas como el trébol se pueden podar cuando florecen. Antes de plantar deja que pasen unas 4 semanas para dar tiempo al abono a descomponerse.
Cuando llegue el momento de incorporar el abono verde, segar con una hoz o desbrozador y utilizar un pala o azada para hundir las plantas en el suelo. Se puede poner encima una vez segado una capa de mantillo o acolchado para no tener que enterrar el abono verde.
Las especies más utilizadas son: veza, haba forrajera, guisante, lenteja, avena negra, centeno, mostaza, colza y nabo forrajero y especies no anuales como trébol blanco, trébol rojo y alfalfa.
Las gramíneas en general son interesantes por su crecimiento rápido y por tener raíces profundas que labran el terreno y sustraen nutrientes del fondo para depositarlo en la superficie, destacando especialmente el centeno que tiene la capacidad de mejorar suelos arcillosos y arenosos y cavar en gran profundidad.
Centeno
Avena
Las leguminosas como se ha dicho tienen la facultad de obtener N del aire para fijarlo a la superficie. Además son efectivas contra las malas hierbas. Es interesante realizar siembra conjunta de varias especies: leguminosas+gramíneas para profundizar la tierra a la vez que se protege la superficie y se aportan nutrientes.
trebol rojo
Trébol Rojo
Haba Forrajea
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Veza
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