Qué ganas tenía de llegar a este momento, y es que, si importante es germinar las semillas con éxito, no menos gratificante es verlas germinadas y seguir avanzando en el proyecto, que es el pasarlas a lo que será su hogar durante una larga temporada. El macetero.
En este segundo paso es en el que nos encontramos en este momento y no es un proceso baladí y es que en este paso es donde se producen el mayor número de bajas. ¿Por qué? Pues por varios motivos que a continuación os explicaré:
1º El manipulado, y es que las semillas germinadas tienen un tallo muy delicado y a la hora de cogerlas hay que tener mucho cuidado para no dañar las plántulas. Las raíces y las hojas también son muy fáciles de romper o dañar.
2º El sustrato, éste es quizás el punto más importante y es que la elección de un buen sustrato es primordial para garantizar el éxito de nuestro proyecto de germinación. Tenemos dos opciones: una es comprar un sustrato especial para semilleros y que facilitará el proceso de desarrollo de nuestras plántulas con una buena mezcla que favorecerá el crecimiento y aireación de las raíces.
Otra opción es hacer nosotros mismos la mezcla. Aunque yo os recomiendo, si no tenéis experiencia, que compréis el sustrato, y así no tendréis problemas. Pero si por el contrario preferís hacerla vosotros mismos os doy unas cantidades orientativas.
60% de turba negra de calidad
20% de humus de lombriz
20% de arena de río
3º La humedad, importante no pasarse con los riegos, porque como ya comentamos anteriormente, las plántulas son muy delicadas y sensibles a un exceso de humedad y que las raíces se pudran es bastante frecuente si la humedad del sustrato es muy alta. Por eso la importancia de un buen sustrato que favorezca la aireación. Pero si el exceso es malo el quedarse corto también. Estamos hablando de plantas que no están desarrolladas que no tienen la suficiente fuerza como para soportar períodos en el que la humedad no sea la adecuada. Así que aquí tenemos que estar muy atentos.
4º El macetero, Aquí podemos ser más flexibles y elegir el que mejor nos venga en gana, siempre y cuando la altura del mismo sea acorde a las plántulas que vamos a trasplantar y que sean recipientes que tengan un o varios agujero de drenaje por el que se salga el exceso de agua de riego.
Ahora, como hago siempre, no hay mejor explicación que ver el paso a paso con nuestros propios ojos y por eso aquí os dejo este vídeo.
Y si te perdiste la primera parte aquí te dejo un enlace al capítulo 1 del proceso de germinación.
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