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La araña roja es una de las plagas más conocidas que se pueden dar en nuestro huerto. Son ácaros y no arañas como su nombre nos puede hacer pensar.
Su dimensión es muy diminuta, miden alrededor de medio milímetro y son difíciles de ver a simple vista. Nos podemos ayudar de una lupa de campo para detectar su aparición en nuestras plantas.
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Se alojan en el envés de estas y pueden atacar a todo tipo de plantas fresas, calabazas, melones, judías, frutales como el almendro, ciruelos, etc.
Tejen una pequeña tela de araña la cual les sirve de cobijo por esto reciben el nombre de araña roja. Aparecen en los meses más secos y calurosos del año, es una típica plaga de verano.
Se alimentan de los contenidos celulares de las plantas dejando una pequeña macha de color pálido. Su peligro se encuentra en el ataque de miles de estos individuos que acabarán por afectar a la realización de la fotosíntesis por parte de la planta provocando de esta manera su muerte.´
Cómo combatir la araña roja
Debemos prestar especial atención a la eliminación de restos de cultivos y de malas hierbas ya que aquí la araña roja encuentra un buen lugar para esconderse.
También se debe mantener un nivel de humedad adecuado en el cultivo durante los meses de verano para evitar la sequedad y el exceso de calor, factores claves para que la araña roja se sienta cómoda y empiece a multiplicarse de manera desaforada.
Existen ácaros como el phytoseiulus persimilis y el amblyseius californicus que controlan de una manera natural las poblaciones de araña roja evitando que estas se conviertan en plaga. Este es un método biológico muy útil para evitar la aparición de posibles plagas de araña roja.
Otros métodos naturales para combatir las plagas de araña roja son la utilización de jabón potásico y aceite de neem.
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