(Imagen/ Flickr: ooznu)
Los parques de la ciudad de Barcelona no tienen nada que envidiar a los majestuosos y kilométricos parques de Nueva York o Londres, con una superficie ocupada total de 967 hectáreas, 2.762 en total si se suma la superficie del Parque de Collserola, incluida en el término municipal, lo que supone cerca del 13% de la superficie urbana dedicada a zonas verdes.
Cada habitante de Barcelona cuenta con 6´4 metros cuadrados de zona verde, y si tenemos en cuenta el Parque Collserola esta superficie se triplica hasta alcanzar los 18´31 metros cuadrados.
Además de ofrecer un itinerario para dejarse llevar, los parques y jardines de la ciudad de Barcelona nos presentan un recorrido por la historia de la ciudad.
El Parque Güell
Un símbolo del modernismo: es sin duda el más visitado de Barcelona y uno de sus mayores signos de identidad.
Declarado monumento histórico-artístico en 1968, esta obra maestra de Antonio Gaudí permite disfrutar de la naturaleza y la arquitectura al tiempo que ofrece una panorámica privilegiada de la ciudad.
Situado en la montaña del Carmen, fue un proyecto financiero de Eusebio Güell, que pensó en construir una ciudad jardín y se la encargó a Antonio Gaudí.
(Imagen/ Flickr: Ramón Cutanda)
Del proyecto inicial sólo se llegaron a construir dos casas (una de las cuales alberga el museo Gaudí) dentro del recinto del parque, que se conservó como tal y que ahora es jardín municipal.
Esta obra es típicamente modernista, y establece los inicios de la técnica 'trecandis', que utiliza pedazos irregulares de azulejos como material de recubrimiento.
El acceso al parque está flanqueado por dos pabellones de planta ovalada y con complejos tejados recubiertos por fragmentos de cerámica.
Si la bienvenida no defrauda, el interior menos, donde destaca la originalidad de sus elementos: una señorial escalinata con una fuente, varias esculturas zoomórficas y un dragón policromo.
Pero si de verdad algo llama la atención es la Sala de las Cien Columnas, de inspiración dórica, la terraza con banco-balaustrada, de trazo sinuoso y forrado de cerámica y que constituye para algunos críticos a Gaudí como el precursor del arte abstracto.
Con todos estos elementos Gaudí consiguió crear un parque en el que se conjugan a la perfección la naturaleza, la plástica y la arquitectura.
(Imagen/ Flickr: Inti)
Fincas particulares
Entre los espacios verdes de la ciudad destacan espacios particulares que con el paso del tiempo se han convertido en patrimonio monumental y artístico de la ciudad y han pasado a engrosar la lista de parques municipales de la capital catalana.- El parque del Laberinto de Horta: es el jardín más antiguo que se conserva en Barcelona. Representa un claro exponente de los jardines neoclásicos del siglo XVIII y de finales del XX.
La historia de este parque empieza en 1791, cuando Antonio Desvalls, marqués de LLupiá y Alfarrás, empezó el enjardinamiento de su finca, situada a las afueras de la ciudad.
Fue concebido como un museo al aire libre que sigue un itinerario previamente establecido.
Ocupa una extensión de 9 hectáreas, 8 de las cuales son ajardinadas. Está dividido en tres niveles o terrazas escalonadas, con un gracioso toque italiano que combina el estilo neoclásico y romántico.
En la terraza superior hay un estanque que recoge el agua para regar el jardín; en la parte intermedia, se encuentran varios templetes con unas cúpulas sostenidas por columnas toscazas, y en el la parte inferior se extiende el laberinto vegetal que da nombre al parque.
Además, dentro de la finca se conserva, adosada a la casa, una torre medieval de defensa, conocida como la Torre Subirana.
(Imagen/ Flickr: Oh-Barcelona.com)
- El parque Eduardo Marquina: más conocido como parque del Turó de la Peira, es un frondoso pinar que constituye el parque más antiguo y natural de Nou Baris. (Conoce todo sobre el pino piñonero con este post).
Este pinar, que empezó a ejercer su función como parque municipal en 1936, está situado en la parte más occidental del distrito de Nou Baris.
Lo corona un gran mirador desde el que se puede divisar gran parte del distrito.
A principios de los años sesenta, la extensión del parque se vio reducida a causa de la construcción de las viviendas del Turó de la Peira a raíz de un par parcial.
Posteriormente, el ayuntamiento de Barcelona ha incorporado dos nuevos parques pertenecientes a particulares a su lista de jardines municipales: el parque Castell de l'Oreneta (parque Castillo de la Golondrina) y el parque de Les Aigües (parque de las Aguas).
(Imagen/ Flickr: Barcelona-cat)
El parque de la Ciutadella, un lugar emblemático: fue durante mucho tiempo el único parque existente en la ciudad y uno de los primeros diseñados como jardín público.
Fue en su día un parque polémico, construido en los terrenos de la antigua fortaleza de la ciudad, que a su vez había sido construida en el pasado sobre el antiguo barrio de la Ribera, como castigo de Felipe V después de la Guerra de Sucesión.
Fue declarado Jardín-histórico-artístico en 1951, y en él se conservan algunos edificios de la antigua fortaleza, como el Arsenal (actualmente Parlamento de Cataluña), el Palacio del Gobernador (ahora Instituto de Bachillerato Verdaguer) y la Capilla Castrense.
Además, alberga museos tan importantes como el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Museo Martorell de Geología y el Museo de Zoología, considerado uno de los mejores de Europa, sin olvidar el Parque Zoológico.
Su belleza se consigue a través de las ordenaciones de los jardines especialmente creados para la cascada y el lago, y donde tienen lugar los conciertos de la banda municipal, audiciones, bailes de sardanas, fiestas al aire libre, exposiciones o conciertos de jazz.
El parque de la Ciutadella es un espacio público considerado como una especie de museo al aire libre debido a la cantidad y calidad de sus esculturas, bustos y edificios que hacen de él un lugar ideal para pasear, descansar, hacer deporte, divertirse, culturizarse y entretener a los más pequeños.
(Imagen/ Flickr: Emilio J.Rodríguez-Posada)
- Montjuic, una montaña, un parque: en la montaña de Montjuïc conviven la historia y la modernidad.
Representan su parte histórica el Pueblo Español, el Mirador, el palacete Albéniz, la Fundación Miró y los museos Militar del castillo de Montjuïc, Etnológico, de Arqueología de Cataluña, el Teatro Griego, los jardines del roserar (rosaleda) en el mismo parque de Cervantes y los de mossèn Costa i Llobera.
(Imagen/ Flickr: Guadalupe Cervilla)
La parte moderna del parque la constituyen la Anella Olímpica y sus instalaciones, creadas los años precedentes a 1992, cuando se celebraron los Juegos Olímpicos en la ciudad de Barcelona.
- Te contamos todo sobre los jardines es esta página.
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