Debido a esto recibe numerosos nombres comunes a lo largo de toda la geografía española, destacando los nombres en castellano de mosquero, hongaracha, señal del porro, seta de los enanitos, seta de las moscas, seta matamoscas, falsa oronja; en catalán de reig bord, reig de fageda, reig vermell, reig tinyós, oriol foll y monjola borda; en euskera de amaroto, amoroto, kuleto palisoa y kuletro faltsua (VELASCO & col., 2011).
¿Cuáles las principales características macroscópicas de la seta matamoscas?
La seta matamoscas es una especie muy llamativa por sus colores vivos y su gran tamaño (pudiendo alcanzar hasta 25 cm de diámetro). Inicialmente protegido por un velo universal blanquecino en el que se rápidamente se deja entre ver los tonos rojizos o anaranjados de su cutícula. La cutícula es separable, inicialmente de color rojo intenso, que se va decolorando con la edad hacia el naranja e incluso el amarillo, y se encuentra decorada con pequeñas escamas algodonosas blanquecinas (a veces amarillentas) dispuestas de forma concéntrica, inicialmente piramidales, finalmente aplanadas con la edad, que pueden desprenderse fácilmente con la lluvia o a la manipulación. Las láminas son libres, bastante apretadas, de color blanco puro, con numerosas lamélulas y laminillas intercaladas. El pie es muy esbelto, fácilmente separable del sombrero, subcilíndrico, recto, macizo, bastante frágil y ensanchado hacia la base, de color blanquecino, adornado con un anillo amplio, harinoso, con el margen amarillento y tendencia a desvanecerse con la edad. La volva es blanquecina, compuesta por numerosas verrugas dispuestas de forma concéntrica. La carne es frágil, blanquecina, rojiza anaranjada bajo la cutícula. El olor y sabor son poco distintivos.¿Cuáles son los principales hábitats y época de fructificación de la seta matamoscas?
La seta matamoscas es una especie cosmopolita, que se encuentra prácticamente por todo el mundo, ampliamente distribuida prácticamente por toda la Península Ibérica, siendo más escasa hacia el este de España, donde fructifica fielmente todos los años en los mismos lugares en todo tipo de bosques en alturas comprendidas entre el nivel de mar y 2000 metros de altitud sobre suelos ácidos o descalcificados. En España fructifica tanto en bosques eurosiberianos de abetos (Abies alba), pinos albares (Pinus sylvestris), abedules (Betula pendula, Betula pubescens) y hayas (Fagus sylvatica), tilos (Tilia platyphyllos) como en bosques mediterráneos de alcornoques (Quercus suber), castaños (Castanea sativa), encinas (Quercus ilex, Quercus rotundifolia), pinos rodenos (Pinus pinaster) y robles (Quercus broteroi, Quercus robur, Quercus pyrenaica) e incluso arbustos mediterráneos como madroños (Arbutus unedo), brezos (Erica arborea, Erica australis), jaras pringosas (Cistus ladanifer) y chaguazos (Halimium lasianthum). También se puede encontrar en repoblaciones de abetos de Douglas (Pseudotsuga menziesii), abetos rojos (Picea abies), alerces (Larix decidua, Larix kaempferi), pinos insignes (Pinus radiata), de roble americano (Quercus rubra) y de eucaliptos (Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus).¿Cuáles son las principales características macroscópicas de la seta matamoscas?
Es una especie ampliamente estudiada y bastante variable, por lo que se han descrito algunas variedades y formas presentes en nuestro país:Amanita muscaria var. formosa f. europea
Variedad que se caracteriza por la cutícula amarilla dorada con verrugas amarillentas y la volva circuncisa con verrugas amarillentas, que fructifica bajo coníferas en zonas de montaña.
Amanita muscaria var. aureola
Variedad que se caracteriza por la cutícula roja anaranjada generalmente sin restos de velo y sin verrugas, con la volva membranosa y más evidente que fructifica generalmente en todo tipo de bosques.
Amanita muscaria var. inzengae
Variedad caracteriza por su menor tamaño, el velo universal de color grisáceo observándose tanto en las verrugas de la cutícula como de la volva, que fructifica en zonas mediterráneas termófilas bajo jaras pringosas en suelos ácidos.
Amanita muscaria f. flavivolvata
Forma termófila mediterránea característica de bosques mediterráneos de quercíneas (alcornoques, encinas y robles), que presenta el velo universal amarillento bien visible en la cutícula y en la volva que desaparece con la edad.
¿Cuáles son las principales setas comestibles con las que se puede confundir?
Es una especie de aspecto prácticamente inconfundible, siendo una de las especies más bonitas y bellas que se pueden encontrar en nuestros bosques, no es apta para el consumo debido a que es una especie tóxica, aunque se consume tras retirarle la cutícula y conservarla durante meses en sal en algunas zonas del este de Europa y en algunas regiones de Italia como la ribera bresciana del lago de Garda, práctica para nada recomendable. E incluso es habitual encontrar ejemplares comidos o mordidos por diversos ungulados en nuestros bosques como las cabras montesas, ciervos y corzos, así como las cabras domésticas, poniéndose nerviosos y excitados.El mayor número de confusiones por parte de aficionados inexpertos se produce con el huevo del rey (Amanita caesarea), que presenta las láminas y el pie amarillentos y una volva blanquecina membranosa y amplia, que fructifica en ecologías similares de bosques mediterráneos de fagáceas (alcornoques, castaños, encinas y robles). Debido a esta confusión recibe el nombre común en algunas zonas de falsa oronja.
¿Cuáles son los síntomas de la intoxicación producida por la seta matamoscas?
La seta matamoscas es responsable del síndrome micoatropínico debido a su alto contenido del ácido isobuténico y el muscimol, que presenta un periodo de incubación corto, apareciendo los primeros síntomas 30 minutos a 3 horas posteriores a la ingestión, apareciendo síntomas similares a una borrachera, como incardinación motora, taquicardias, alucinaciones y episodios de euforia e irritabilidad). Dado el pequeño contenido de muscarina (inferior a 2,5 mg/Kg) no suficiente para desencadenar el síndrome muscarínico, pero si para producir algunas náuseas, vómitos y dolores abdominales (ARRILLAGA & col., 2005).¿Cuáles son los tratamientos más habituales en este tipo de intoxicación?
La gravedad depende fundamentalmente de la cantidad ingerida, del estado de salud previo y la precocidad de instauración del tratamiento. Debido a ello es importante que los intoxicados acudan lo más rápido posible al hospital, y que inmediatamente se realicen análisis de sangre y los test de las amanitinas (estos test no se pueden realizar en todos los centros de salud) para descartar una intoxicación mixta con la cicuta verde (Amanita phalloides). Generalmente se recomienda eliminar la toxina del tubo digestivo mediante un lavado aspirado gástrico e utilizar tranquilizantes como benzodiacepinas (diacepam, midazolam). Normalmente los síntomas desaparecen completamente en menos de un día, pudiendo provocar en casos muy aislados la muerte en niños, personas de avanzada edad, personas con patologías previas o polimedicadas.EN CASO DE HABER CONSUMIDO ESTA ESPECIE POR ERROR SE RECOMIENDA ACUDIR RÁPIDAMENTE AL CENTRO DE SALUD MÁS CERCANO O LLAMAR AL TELÉFONO DEL SERVICIO DE INFORMACIÓN TOXICOLÓGICA: 915620420 (CON ATENCIÓN 24 HORAS DE TODOS LOS DÍAS DEL AÑO POR PERSONAL ESPECIALIZADO) Y SEGUIR SUS INSTRUCCIONES.
Principales usos de la seta matamoscas
El principal uso de la seta matamoscas ha sido el uso recreativo como droga alucinógena, sobre todo por algunos pastores, carboneros y campesinos en zonas mediterráneas, que ingerían la cutícula seca de esta seta (más rara la fumaban), muy rica en componentes alucinógenos como la ergotina, con el objetivo de sufrir episodios de embriaguez y alucinaciones. También se encuentra documentado su uso generalizado como preparados de licores alucinógenos por chamanes de poblaciones locales del norte y centro América y en pueblos indígenas del norte de Europa como Siberia Oriental y Kamchatla. Desde mediados del siglo XX estas prácticas se encuentran prácticamente en desuso debido a la aparición de bebidas alcohólicas de alta graduación como el tequila o el whisky.Además, es una especie que se recolecta para comercialización en algunas zonas para extraer la ergotina con fines farmacéuticos, llegándose a pagar en algunos pueblos del occidente de la provincia de Zamora al recolector entre 1,2 y 1,5 €/Kg, a pesar de tratarse de una especie muy frecuente de la que se pueden recolectar grandes cantidades en el oeste peninsular ORIA DE RUEDA & col., 2007)
También es muy apreciada en algunos países para la realización de un insecticida natural de uso doméstico mediante el depósito de fragmentos de esta especie en agua azucarada o leche para atraer a las moscas, lo beban y mueran. Debido a esto recibe los nombres populares de matamoscas, seta matamoscas o mosquero.
En algunas culturas se emplea cono medicina tradicional para la diabetes, sudores nocturnos, erupciones cutáneas, epilepsia y glándulas inflamadas.
A modo de curiosidad algunos aficionados utilizan la presencia de esta especie como señal de presencia de boletos (Boletus spp.), excelentes comestibles, muy perseguidos, por lo que en algunas zonas de la provincia de Teruel recibe el nombre común de señal del porro (porro es el nombre vernáculo como se conoce al boleto en la provincia de Teruel), aunque esto no siempre se cumple.
Y para finalizar destacar que debido a su belleza es la seta más representada en cuentos infantiles y dibujos animados en regiones mediterráneas, por lo que recibe el nombre vulgar de seta de los enanitos.
Bibliografía consultada
A) Artículos:– VELASCO, J.M.; MARTÍN, A. & A. GONZÁLEZ (2011). Los nombres comunes y vernáculos castellanos de las setas: Micoverna-I. Primera recopilación realizada a partir de literatura micológica e informantes. Bol. Micol. FAMCAL 6: 155-216.
B) Libros:
– ARRILLAGA, P.; AVILES, J. & X. LASKIBAR (2005). Setas e intoxicaciones. Munibe. 142 pp.
– MARCOS, J. (2019). Guía de mano de Cesta y Setas. Cesta y Setas. 424 pp.
– ORIA DE RUEDA, J.A.; GARCIA IÑIGUEZ, C.; MARTÍN PINTO, P.; MARTÍNEZ DE AZAGRA, A.M.; OLAIZOLA, J.; DE LA PARRA PERAL, B.; FRAILE FABERO, R. & M. AMPARO ALVAREZ NIETO (2007). Hongos y setas. Tesoro de nuestros montes. 2ª edición. Ediciones Cálamo.280 pp.