Estamos ante dos enfermedades muy conocidas, por desgracia, entre los agricultores y horticultores. Y es que quizás sean de las enfermedades provocadas por hongos más extendidas. Tomates, vid, patatas etc. pueden sufrir cualquiera de estas enfermedades.
Lo primero que debemos saber sobre ellas, y sobre cualquier otra, es que una buena organización de nuestro huerto así como una buena elección de los cultivos para nuestra zona climática es muy importante si queremos no tener que luchar contra infecciones o perdidas de cosechas no deseadas.
Además de un buen tratamiento del suelo, con un buen aporte de nutrientes que harán que nuestras plantas y hortalizas se desarrollen fuertes y sanas. Y cuando hablo de un buen aporte de nutrientes me refiero a abonos orgánicos: estiércol, humus de lombriz etc.
Ambas enfermedades se pueden prevenir y tratar empecemos con la prevención:
Lo primero que tenemos que saber es que estas enfermedades se manifiestan en épocas de temperaturas altas y con un alto índice de humedad por lo que evitaremos los riegos con aspersores e intentaremos no mojar ni las hojas ni los tallos.
Una buena aireación es fundamental. Plantaremos las plantas con la distancia suficiente para que cuando crezcan pueda circular el aire entre ellas. Si es necesario, en plantas como las tomateras, podemos realizar podas para evitar un exceso de rama y hojas que puedan favorecer la aparición de las enfermedades.
La elección de las cosechas y el lugar en el que vamos a plantarlas es también un pequeño punto a tener en cuenta, ya que si elegimos plantas que no toleran bien las humedades altas y nuestro huerto lo tenemos en Galicia, o Asturias, estaremos exponiéndolas a unas condiciones propicias para que acaben desarrollando la enfermedad.
Otro factor muy importante es la observación. Elimina cualquier hoja seca o en mal estado, vigila si la planta muestra algún tipo de mancha de color marrón o blanquecina y maneja tus cultivos con cuidado para no provocar heridas en las hojas. Un exceso de follaje o pequeñas heridas provocadas por una mala poda, por poner algún ejemplo son claros ejemplos de por qué podemos tener un problema con el Oídio
Ten especialmente cuidado después de tormentas en primavera o verano y aplica algún tratamiento, como el sulfato de cobre, después de que deje de llover para evitar su aparición.
Pero si no has tomado ninguna de estas medidas o sí lo has hecho pero no has podido evitar que una de estas molestas enfermedades hagan una visita a tus hortalizas o plantas. Pues no nos queda más remedio que intentar eliminarlas, lo más eficazmente posible.
Para tratar ambas enfermedades podemos utilizar varios fungicidas. Entre ellos podemos encontrar:
El caldo bordelés una combinación de sulfato de cobre y cal inventada por dos franceses, Un químico y un botánico y que se lleva utilizando desde hace muchísimo tiempo. Como precaución tendremos que tener especial cuidado si nuestra huerta está cerca de alguna corriente de agua ya que el cobre podría filtrarse y contaminar el agua.
El purín de ortigas, Este purín además de ser un excelente abono para nuestras plantas y prevenir el ataque del pulgón, por poner un ejemplo, puede ayudarnos a prevenir enfermedades provocadas por hongos y es que al reforzar las defensas de las plantas las hace más resistentes al ataque de enfermedades provocadas por hongos. Si quieres saber cómo preparar purín de ortigas no te pierdas este vídeo en el que os muestro cómo lo hacemos nosotros.
La cola de caballo, una planta arbustiva que crece cerca de ríos o fuentes y que se encuentra principalmente por el hemisferio norte. Es utiliza como fungicida en agricultura ecológica para el tratamiento de enfermedades provocadas por hongos.
En este vídeo te hablamos de cómo preparar un potente fungicida a base cola de caballo en polvo. Un fungicida que no será perjudicial para tus plantas ni para tu familia ya que es totalmente ecológico.
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