Los pimientos son uno de los cultivos más populares del huerto y sus múltiples variedades hacen que existan pimientos para todos los gustos culinarios y por tanto se hacen imprescindibles en cualquier huerto que se precie.
La mayoría de variedades no presentan un desarrollo muy elevado por lo que son ideales para los huertos urbanos en pequeños espacios como cajoneras, mesas de cultivo y macetas. Además con un par de plantas de pimiento es suficiente para abastecer a una familia durante toda la temporada.
Para encontrar el origen de este cultivo debemos remontarnos a la época del descubrimiento de América, ya que Cristóbal Colón los trajo del Nuevo Mundo junto con sus congéneres, patatas, tomates,…
Entre sus propiedades cabe destacar su alto contenido en vitamina C, más destacable en los pimientos de color rojo. Para aprovechar esta vitamina, perfecta para prevenir los resfriados, se recomienda su consumo en crudo. Además contienen vitamina A y son ricos en minerales.
Cuándo y cómo plantar pimientos en el huerto
Siembra: los pimientos se siembran de enero a marzo en semilleros protegidos. Su desarrollo es algo lento, por lo que te recomendamos no dejarlo para última hora, para que tengan suficiente tiempo para producir una buena cosecha cuando llegue el verano.
Trasplante: los pimientos se trasplantan a su maceta definitiva o al terreno en abril y mayo, cuando las temperaturas mínimas superan los 15ºC (ver apartado sobre el clima) pasados unos 2 meses desde su siembra. El tamaño ideal de la planta para ser trasplantada es cuando tenga unas 6-8 hojas.
En macetas, colocar una planta por maceta de un mínimo de 15 litros de sustrato.
En terreno, se colocan en un marco de plantación de unos 40 cm entre plantas y unos 80-100 cm entre filas.
Condiciones ambientales del cultivo del pimiento en el huerto
Clima: los pimientos son plantas muy sensibles al frío que necesitan temperaturas superiores a 10-15ºC para desarrollarse bien, aunque su temperatura ideal es de unos 20-25ºC. No soportan los cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche.
En las zonas más frías, se recomienda proteger durante la noche con una manta térmica, hasta que se superen las temperaturas mínimas indicadas, para que las plantas de pimiento no detengan su crecimiento ni encuentren grandes oscilaciones de temperatura entre el día y la noche.
Aunque les encanta la luz y el calor, en los meses de verano conviene buscarles una exposición parcialmente sombreada, para evitar que se soleen.
Suelo y nutrientes: los pimientos prefieren suelos ricos en humus y ligeros para su óptimo crecimiento. En macetas, un sustrato a base de humus de lombriz y fibra de coco es ideal para su cultivo.
Necesitan un suelo rico en materia orgánica (estiércol, compost, humus de lombriz) y un aporte extra de guano u otra fuente orgánica de potasio cada 15 días a partir de la floración, de este modo, favorecerás la producción de flores y frutos y recogerás cosechas más abundantes.
Riego: Comúnmente se dice que es necesario que el pimiento pase sed, esto significa que se precisan riegos frecuentes pero algo espaciados en el tiempo (cada 3-4 días nada más trasplantarlos y cada semana en verano), ya que no soportan una humedad excesiva ni de forma continua. Los encharcamientos podrían asfixiar sus raíces.
Evitar mojar las hojas y la parte inferior del tallo en los riegos, ya que puede favorecer la proliferación de enfermedades provocados por hongos como la seca del pimiento. Un riego por goteo directo al sustrato o terreno nos evitará problemas posteriores.
Otros cuidados del pimiento en el huerto
Un acolchado evitará la aparición de malas hierbas, que convine siempre tener controladas, y permitirá reducir la frecuencia del riego.
Los pimientos de mayor tamaño (largo de Reus, Morrón,…) tienen un peso importante por lo que puede hacerse necesario entutorar el tallo principal para evitar que las ramas se rompan por el peso de los frutos.
Si plantas distintas variedades de pimientos, dulces y picantes, separa unos de otros, ya que si están muy cerca se producirán cruces entre ellos y acabarás por tener todos los pimientos picantes.
Para evitar que los frutos se soleen (que adquieran un color negruzco), colócalos a la sombra de otros cultivos más altos o prepararlos un sombrajo para protegerlos de las horas más intensas de sol durante los meses de verano.
Cuándo y cómo cosechar los pimientos en el huerto
Podrás recoger los primeros pimientos en julio (si realizaste la siembra temprana, en semilleros protegidos) y la cosecha suele alargarse hasta octubre o hasta que desciendan las temperaturas. En la zona mediterránea suele adelantarse el inicio de la recolección un mes antes y alargarse un mes después que en el resto de zonas.
En nuestro país solo es posible su cultivo al aire libre durante los meses más cálidos. Así que si quieres disponer de pimientos durante el invierno será necesario que realices su cultivo en invernadero.
Plagas y enfermedades del pimiento en el huerto
Los pimientos son bastante resistentes a las plagas, no obstante conviene vigilarlos para asegurarte su buen estado “de salud”.
Las plagas más frecuentes son los pulgones, la araña roja y algunas orugas.
Para combatir los pulgones te recomendamos realizar pulverizaciones a base de jabón potásico.
En el caso de la araña roja, lo más efectivo es el empleo de azufre.
Y si tienes gusanos del suelo, rocía hojas y tallos con extracto de Neem o con Bacillus thuringiensis. Para prevenir las enfermedades provocadas por hongos, recuerda controlar el riego y en caso de épocas de lluvias frecuentes puedes realizar tratamientos preventivos con un fungicida a base de cobre.
Asociaciones de los pimientos en el huerto
La albahaca, protege a los pimientos de pulgones y arañas, por lo que es aconsejable que intercales alguna planta de albahaca entre tus pimientos.
Otros cultivos compatibles con los pimientos son ajos, rabanitos, lechugas o cebollas.
No los mezcles con otros cultivos de la misma familia (tomates, patatas,…) ya que son exigentes en nutrientes y competirían entre ellos.