Flor y capullo de granado
El granado es un arbusto frondoso de un gran efecto ornamental que si no se poda, puede llegar a alcanzar alturas y volúmenes considerables.
Los granados de jardín se dejan crecer de forma natural y la poda se limita a eliminar ramas enfermas o secas y entrecruzadas.
Al granado de fruto sin embargo, conviene darle con la poda, forma de arbolito en vaso. Es una planta que requiere mucho sol y así lo recibe mejor y de manera más uniforme por lo que la producción será más abundante y los frutos más dulces y jugosos.
Nosotros compramos el año pasado un arbolillo de fruto que colocamos justamente delante de la ventana del comedor para poder verlo y disfrutarlo desde dentro.
Durante todo el tiempo, tuvimos la precaución de eliminarle los retoños o brotes que le crecían desde el suelo alrededor del tronco. Como su naturaleza es arbustiva la tendencia es a criar muchos de estos brotes desde abajo que serían sus futuras ramas. Los quitábamos recién nacidos, a medida que salían, para que el arbolillo no consumiera energía con ellos.
También eliminamos ramitas que nacían por el tronco debajo de la cruz o lugar donde en el vivero habían cortado la estaca y habían brotado las ramas.
A la copa no le tocamos así que podéis ver en la foto cómo se fue poblando.
Granado sin podar
Ocurre que los granados brotan mucho pero con ramillas muy finas y débiles por lo que se hace necesaria una buena poda de formación con el fin de que sus ramas se vuelvan fuertes y robustas para que puedan sostener el futuro fruto.
Ya estamos en enero así que, aprovechamos estos días secos y sin peligro de heladas y nos ponemos manos a la obra.
Elegimos 3 o 4 ramas bien situadas en todas las direcciones del espacio, que nazcan en buena posición, separadas unas de otras unos
Las cortaremos con unas tijeras bien afiladas, sin dejar muñones, con un corte limpio que sellaremos con sellador adecuado para que no se infecte o pudra.
Ya con la copa bastante despejada, eliminaremos ahora chupones si los hubiera (brotes que crecen fuertes y verticales) y ramas secundarias (las que nacen de las primarias que hemos dejado) que crezcan en mala posición: hacia dentro o cruzándose por dentro de la copa.
Eliminaremos también las ramitas que crezcan en el extremo final de las principales y compitan con ellas de forma que en cada rama quede un solo ápice o extremo.
Poda del granado en vaso abierto
Continuaremos con la poda de formación durante otros dos años más después de lo cual comenzaremos la de fructificación que será muy ligera y se limitará a:
Eliminar ramas que crezcan hacia dentro, se entrecrucen y choquen unas con otras ya que el centro del árbol debe estar despejado para que entren el aire, el sol y la luz.
Eliminar ramas y brotes mal situados y excesivos.
Eliminar siempre que aparezcan, los retoños de la base.
Practicar cortes de retorno cuando las ramas se hagan excesivamente largas. Estos cortes consisten en acortar las ramas principales cortando justo por encima de una ramita secundaria bien situada (en los granados suele hacerse sobre ramitas que van hacia arriba) de forma que esa ramita se convierta en el final de la rama cortada y así no quede muñón ni se corte la circulación de la savia.
Eliminar todos los chupones que aparezcan en el centro del vaso.