Muchos habréis oído hablar del bambú de la suerte, pero a lo mejor no sabéis lo que es realmente. En realidad no tiene nada que ver con los bambúes que conocemos. Este tipo pertenece a la familia de las drácenas.
El bambú de la suertes originario de los países subtropicales, donde se cultiva con mucha facilidad y se aprovechan los tallos verdes para ser guiados en espiral, creando formas muy decorativas. Es por ello que se suele utilizar para la decoración de ambientes modernos y en el FengShui, debido a que llena de positividad la estancia de la casa en la que esté colocado.
No es necesario cultivar el bambú de la suerte en tierra desde el principio, basta con meterlas en un recipiente con agua y pasado un tiempo pasarla a la tierra, ya que si pasan mucho tiempo en agua las raíces tienden a ennegrecerse y poco a poco puede que se seque la planta entera. Cuando lo vayamos a plantar en la tierra es conveniente que lo hagamos colocándolos ligeramente inclinados hacia el exterior para asegurar que los tallos no chocan entre sí.
Con respecto al riego, debemos de saber que aunque en un principio sobreviven metidos en agua no quiere decir que resistan bien el agua, es decir, una vez plantadas en la tierra hay que evitar encharcarla y regarla moderadamente, sólo cuando notemos que la tierra se va secando. El abundante agua puede provocar en la planta la aparición de hongos que dañan las hojas y los tallos.
El bambú además de decorar el hogar puede llegar a describir el carácter de una persona según las leyendas japonesas. Se dice que proporciona éxito en los negocios, armonía y tranquilidad personal, una vida larga y saludable.
Imágenes/Flikr: Mi Plantea Personal, Julie Smith David, SpecMode