Pero hay dos cosas que mi huerto me ha dado que han sido claves para mejorar mi bienestar; me han ayudado con el estrés, a dormir mejor y a tener más vitalidad. Y son, curiosamente, de las cosas más fáciles de cultivar: estas dos cosas son cultivar mis propias infusiones y hacer mis propios germinados.
Cultivar mis propias infusiones
Combinar aromáticas para aprovechar sus cualidades medicinales en infusiones resulta muy sencillo, y haciendo combinaciones se pueden conseguir mezclas diferentes para objetivos distintos, excelentes en sabor y completamente orgánicas.
Pensarás que lo que te estoy explicando requiere una extensión de huerto medicinal considerable que solo se puede permitir alguien con un jardín (como mínimo), ¿verdad?
¿Y si te digo que para empezar a cultivar tus infusiones, sólo necesitas 3 macetas?
Te voy a ser sincera, yo cada vez amplío más mi huerto medicinal, pero empecé exclusivamente con estas tres plantas que te voy a comentar, en tres macetas diferentes y combinándolas entre sí para conseguir diferentes resultados. Aún hoy en día, son las infusiones que más gasto.
Para hacer tus propias infusiones sólo necesitas una planta de lavanda, una planta de menta y una de camomila.
Y con estas tres plantas, puedes conseguir tres infusiones diferentes, cada una destinada a un estado de ánimo o necesidad distintos.
Infusión estimulante
Perfecta para por las mañanas o ese bajón de después de comer, sustituye perfectamente un café.
Menta: la menta es un digestivo increíblemente bueno que además acelera el metabolismo. Traducción, te ayuda a quemar grasas y a convertirlas en lo que más necesitas: energía.
Chorrito de limón
Cucharada de miel. Si eres de los que necesitan 3 cafés para despertarse, puedes añadir una bolsita de té verde a la mezcla, para mi esta es la mezcla de los lunes.
Infusión stop stress
Para esos momentos en los que crees que no das más de ti, que todo puede contigo en el trabajo o en casa. Párate un segundo, tomate 10 minutos y hazte con esta infusión súper fácil de hacer. Esta infusión mejora el ánimo y relaja, llevándose la negatividad y los nervios típicos de los momentos de estrés.
Menta: Aprovecha las propiedades estimulantes de la menta para mejorar el ánimo
Lavanda: la lavanda tiene propiedades relajantes, actúa como un sedante que además mejora el ánimo (estudios científicos han encontrado que ayuda a personas en periodos de depresión)
Stevia u otro edulcorante.
Infusión relajante
Si te cuesta dormir por la noche no puedes irte a la cama sin antes haberte tomado una taza de esta infusión. Sencillamente es perfecta, te lo dice una servidora, que da igual lo cansada que esté, parece que a las 9 de la noche su cerebro se vuelva a activar y se convierta en un torbellino. Dar vueltas en la cama buscando la postura y concentrarme en dormirme era lo mío. Y meditar, dejar de pensar en cuestiones de trabajo a partir de las 9 de la noche y esta infusión, hacen que me vaya a la cama muchísimo más tranquila.
Lavanda: de nuevo, relaja no sólo a nivel muscular sino que calma los nervios, es un sedante natural que a mi me hace pasar de ser un torbellino nocturno a tener momentos zen y relajados antes de irme a la cama.
Camomila o manzanilla común: también es un sedante muy efectivo y además, un digestivo muy potente, con lo que añadirla a las infusiones de después de cenar ayudará a digerir bien la comida antes de meterte en la cama.
En Plantea tenemos un kit que te permite cultivar estas tres infusiones, lleva 3 macetas téxtiles, semillas de lavanda, stevia y camomila y una ficha en Pdf con las instrucciones, información para su cultivo y las tres recetas, que si además la imprimes queda así de bonita, perfecta para colgarla en la cocina.
Los germinados
Es el otro aspecto clave que ha mejorado mi alimentación este año. Los germinados son un alimento con alto contenido en vitaminas, aminoácidos, minerales y fibra, y gracias al auje de la comida saludable, se pueden empezar a ver en las estanterías de los supermercados. Pero si buscas consumir germinados de forma habitual, las solución más económica es cultivarlos uno mismo. Pocos cultivos son tan agradecidos como los germinados: no necesitan luz directa, ni mucho espacio, ni mucha dedicación para cultivarlos con éxito.
Aquí los motivos por los que cultivo germinados para mejorar mi bienestar
Más nutrientes. El contenido nutricional de los brotes se encuentra en una concentración mucho mayor que en su versión adulta. Eso es porque gran parte de los nutrientes que contienen las plantas ya se encuentran en las semillas y se van diluyendo conforme van creciendo. De este modo, consumir brotes conlleva, en muchos casos, consumir la versión “concentrada” de una planta.
Resulta sencillo y rápido. En menos de 1 semana puedes estar disfrutando de todas sus propiedades.
Se pueden cultivar durante todo el año, lo que te permite disfrutar del contenido nutricional de ciertos cultivos que no son de temporada
Ocupan muy poco espacio, lo que te permite cultivar parte de tu comida sin necesidad de un jardín.
Resulta mucho más económico que comprarlos. Las semillas son baratas, y permiten producir grandes cantidades de brotes (multiplican hasta 15 veces su tamaño!). Además, no necesitas prácticamente ningún material.
Cultivarlos en casa te permite disfrutar de una mayor variedad.
En Plantea hace tiempo que también contamos con un kit para cultivar germinados en casa, cuando lo hicimos consideramos importante que la variedad de semillas fuese equilibrada, para que favoreciera experimentar y probar germinados diferentes con propiedades distintas.
Brotes de alfalfa: Facilitan la digestión y metabolizan grasas. Rica en vitamina C y hierro.
Brotes de judía y soja verde: Contienen más isoflavonas que las legumbres, que ayudan a reducir el colesterol. Su alto contenido en potasio y magnesio ayudan a eliminar liquidos.
Brotes de col lombarda: Muy ricos en azufre, una sustancia que contribuye a mejorar muchas funciones del organismo. Perfecto en dietas para perder peso, ya que tiene una gran cantidad de fibra que ayuda a saciar el apetito, aporta pocas calorías y es diurética.
Brotes de lentejas: Con los prolongados métodos de cocinado a los que sometemos habitualmente a las lentejas perdemos hasta un 80 % de sus vitaminas y enzimas, así que con los brotes además de beneficiarnos de casi todos estos nutrientes lograremos multiplicarlos a más del doble.
Brotes de hinojo: Los brotes de hinojo favorecen la eliminación de líquidos y grasas. Su semilla es muy aromática, de gusto delicado, se puede utilizar para la preparación de platos de carne, pescado y ensaladas.
Brotes de girasol: Los brotes de girasol son ricos en vitamina E, ácidos grasos esenciales y minerales que refuerzan los dientes y huesos. Indicados también para los dolores musculares y para equilibrar el sistema nervioso.
Brotes de trigo: Ricos en proteínas, carbohidratos, vitaminas C, E, B, B17, minerales como calcio, magnesio, fósforo, sodio y potasio. Fortalecen y proporcionan elasticidad a los tejidos, cabellos y uñas.
Brotes de ajo chino: Favorecen las digestiones, haciendolas más ligeras. Contiene una gran variedad de vitaminas como son la A, B, C, E y en minerales que favorecen la reducción del colesterol. También destaca por sus propiedades curativas, reforzando el sistema inmune y por ser un buen antiséptico.
Brotes de rabanito sango: Aumentan la producción de jugos biliares que ayudan a disgregar mejor las grasas y alimentos dificiles de digerir, facilitando así la digestión.
Brotes de berro de tierra: Los brotes de berro de tierra se utilizan para aromatizar platos por su aroma ligeramente picante. Son ricos en vitaminas y sales minerales, se utilizan como remedio para la anemia por su alto contenido en hierro, bronquitis y reumatismos.
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