La planta de olivo, es una planta muy sensible a los diferentes climas, así que debemos saber cuáles son esas recomendaciones de cómo y cuándo podar en el periodo de cosecha.
Cuando podar un olivo
Lo primero que debe saber, es que no tenemos que podar los olivos en el primer y segundo año después de la plantación. Lo ideal sería en el cuarto año para alentar el follaje de su formación. Es primordial que la planta contenga abundantes hojas, debido a que tendrá un mejor funcionamiento y buena energía para el crecimiento.
La poda del olivo debe realizarse entre el invierno y la floración. El corte de las ramas ayuda al crecimiento y metabolismo, originando que el tejido del olivo sea más susceptible a las roturas de la planta. En el invierno es una buena opción, sin embargo antes de que broten sus hojas no es adecuado en climas fríos, puesto a que puede dañar el tejido y retardar la reparación de heridas.
Otra opción es en el comienzo de la primavera, cuando las heladas y vientos hayan terminado. También se recomienda podar en temperaturas que no pase de los 15 grados centígrados, ya que el olivo no vegeta de la misma forma en climas superiores. Cabe acotar que siempre hay que podar antes de que el árbol empiece a florecer.
El árbol de olivo es adaptable, pero es muy sensible a las temperaturas cambiantes, como heladas y climas cálidos, así que se puede optar por suspender la poda hasta la llegada de la primavera.
Cómo podar un olivo joven paso a paso
Antes de podar los olivos, debemos saber cuáles son las técnicas y herramientas necesarias.
Las técnicas adecuadas para la realización de la poda de olivo es la manual y mecanizada. Estas varían según las condiciones y factores sociales ajustándose en función de la edad del cultivo, el sistema de capacitación, utilización del producto, factores ambientales y la distribución de la granja.
Con respecto a las herramientas, las más frecuente para usar en la poda de olivos son: una escalera para llegar a las hojas recónditas más altas. Tijera mediana para recortar las ramas delgadas y la sierra manual para las ramas con un diámetro mayor.
Pasos para la poda
El comienzo de la poda, consiste en la eliminación de las ramas que este secas, agrietadas o afectadas, ya sea por factores climáticos o cualquier patología. Dependiendo que tan grande sea las ramas, utilizaremos las herramientas acordes. Para ramas con un diámetro de 2/3 cm, se recomienda usar tijeras o simplemente cizallas. Para las ramas con un diámetro mucho mayor, lo mejor es usar la sierra. En caso donde no se puede tener acceso fácilmente a las ramas, se debe manejar una sierra eléctrica o una maquina que contenga la cizalla conectado a un palo que puede manipularse desde el piso con una cuerda o cable.
Es importante saber utilizar las herramientas, debido a que el corte debe ser limpio y libre de grietas o rebabas. Si usa de manera errónea puede desencadenar infecciones y ataques de parásitos a la planta.
A la hora de podar, es necesario dirigir el corte principalmente a las ramas que crecen en la parte superior y en el intermedio de la planta, puesto a que la vegetación comúnmente se desarrolla hacia el exterior.
Frecuentemente en el árbol de oliva, crecen las branquias productivas. Este tipo de rama debe ser podada, ya que se alimentan escasamente de la planta. Las características de las branquias suelen ser pequeñas y contraídas.
Después de haber extraído las ramas agrietadas, secas y débiles, se procede a adelgazar el follaje en el interior de la planta. Esto ayudara a que los rayos solares alcance cada punto de la planta. En este punto, puede cortar las ramas altas, que no actúen de interés en la cosecha.
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