Su nombre latino es Citrus bergamia.
Su aceite esencial se extrae de la cáscara del fruto por presión.
Sus propiedades son:
Analgésica.
Antidepresiva.
Antiséptica.
Antiespasmódica.
Carminativa.
Cicatrizante.
Desodorante.
Digestiva.
Expectorante.
Febrífuga.
Sedante.
Vulneraria.
Tiene muchos usos:
Abscesos (fríos).
Acné.
Bronquitis.
Cólico.
Cistitis.
Depresión.
Difteria.
Dispepsia.
Eczema.
Fiebres.
Flatulencias.
Cálculos biliares.
Glositis.
Gonorrea.
Halitosis.
Herpes.
Leucorrea.
Tensión nerviosa.
Psoriasis.
Infección de las vías respiratorias.
Sarna.
Cuidado de la piel.
Estomatitis.
Infecciones de las vías urinarias.
Prurito vaginal.
Úlceras varicosas.
Heridas, úlceras.
El aceite de bergamota se extrae de la corteza de una fruta parecida a la lima pero que tiene forma de pera, que se cultiva en el sur de Italia; pero NO tiene nada que ver con la variedad de pera procedente del Bérgamo (Italia).
El árbol de la bergamota debe su nombre a la ciudad lombarda de Bérgamo, que fue donde primero se vendió su esencia.
Su aroma dulce y acitrado se diferencia de el aroma del limón o la naranja por ser más cálido. El color de su aceite esencial es de un amarillo verdoso.
Empleado en baños de asiendo, el aceite de bergamota es muy eficaz contra infecciones y el prurito vaginal.
Da muy buen resultado para tratar el eczema, la psoriasis y el acné y es un buen antiséptico que ayuda a curar heridas y úlceras indoloras.
Lo aplicaremos para cuidar la piel y el cuero cabelludo con seborrea.
Es un buen agente desodorante.
Es muy útil en depresiones y estados de ansiedad.
NUNCA hay que aplicarlo en una piel que vaya a estar expuesta al sol o a luz ultravioleta.