A continuación os proponemos 5 formas de utilizar dichos restos:
1- Compostaje.
Añadir los posos de café a la pila del compost es una gran idea. En la variedad está el gusto y cuando mayor sea la mezcla de nutrientes en el compost mejor para las plantas.
2- Control de plagas.
Los restos del café esparcidos de manera estratégica alrededor del huerto ayuda a repeler a las babosas y caracoles, además parece que no les gusta demasiado a los gatos y se van a removar tierra a otra parte.
3- Fertilizante casero.
En un cubo con 20 litros de agua aproximadamente (mejor agua de lluvia sin cloro, o bien dejar reposar el agua un día en el exterior para que el cloro se vaya) añadir 2 tazas de posos de café y dejar macerar durante la noche. La podemos utilizar como agua de riego para fertilizar las plantas.
4- Plantas ácidas.
Hay plantas a las que les gustan los suelos con cierta acidez (rosas, gardenias, acebo). Con los posos de café coseguiremos este resultado además de nutrir el suelo.
5- Acolchado.
El acolchado es un buen método para reducir el riego manteniendo la humedad del suelo y combatir la salida de malas hierbas. Con los restos de café conseguiremos un mantillo protector capaz de hidratar las plantas durante la calor del día.
Además de estas 5 posibilidades, hemos leído otra que consiste en mezclar las semillas de zanahoria y las de los rabanitos con los posos de café cuando vayamos a sembrarlas, de esta forma aumenta en un porcentaje alto la cosecha de estos vegetales. Nosotros no lo hemos probado pero parece buena idea, al menos no creemos que perjudique a las semillas.
Saludos y animaros con el Huerto.