La Estevia o Stevia (Stevia rebaurdiana bertoni) es una planta cada vez más conocida puesto que sus hojas son un edulcorante natural con usos medicinales además frente a la diabetes tipo II, la hipertensión, la obesidad,… Todo ello hace que uno se plantee tener una o varias de estas plantas en su terraza o jardín para tenerla a mano y consumirla en fresco, secarla o realizar infusiones con sus hojas.
Si te gustaría cultivarla pero aún no te has atrevido con la Stevia, hoy te desvelamos todos los trucos para que no falten una o varias macetas de Stevia entre tus plantas útiles la próxima temporada y le reserves un espacio en tu terraza o jardín.
Cultivo de Stevia desde semilla
La Stevia puede cultivarse desde semillas o por esquejes. Te explicamos hoy cómo obtener tu primera planta de Stevia desde semilla, una vez conseguido ya podrás dividirla por esquejes año tras año.
Prepara la maceta donde vas a sembrar la Stevia. Para ello solo debes llenarla de turba y humedecerla antes de realizar la siembra. Las semillas de Stevia son diminutas por lo que debes esparcirlas por la superficie de turba humedecida sin taparlas, ya que sino no germinarían. Simplemtne compacta la turba ligeramente con la mano o ayudate con algún utensilio para asegurarte de que las semillas queden pegadas a la turba y facilitar su germinación.
El momento más adecuado para sembrar Stevia es en primavera (abril-mayo, según zonas) cuando ya no haya riesgo de heladas, aunque lo más adecuado es sembrarlas en interior, puesto que necesitan una temperatura de 20-21ºC para germinar. Debes tener paciencia pueden germinar a la semana de la siembra pero también pueden tardar un mes en hacerlo.
Coloca la maceta en un lugar con luz pero sin sol directo y mantén la maceta con humedad. Riega con cuidado para que las diminutas semillas no se pierdan y germinen adecuadamente.
A los 3 meses podrás trasplantarlas a una maceta de mayor tamaño si ves que asoman las raicillas por la parte inferior del tiesto. En este caso deberás preparar nuevamente un sustrato de turba enriquecida con humus y trasplantar cada tallo a una nueva maceta algo mayor que la anterior.
Cuidados de la Stevia
El sustrato y el abono que necesitan la Stevia:
La Stevia necesita un sustrato ácido (como las hortensias), es decir, un sustrato que tenga un pH inferior a 7 (6-6,5 será suficiente). Esto hace que no sirva cualquier sustrato a la hora de cultivarla en macetas. Es necesario un sustrato de turba (que es ácida) enriquecida con un aporte orgánico de humus.
Además, es necesario realizar un aporte extra de humus de lombriz al comienzo de cada primavera,e s decir, cada año. Para calcular la cantidad de humus necesaria, solo debes tener en cuenta el volumen de la maceta y aportarte un 20% de humus. Por ejemplo, para una maceta de 25 litros, debes aportar 5 litros de humus como abono cada primavera.
El clima ideal para plantar Stevia:
La Stevia es una planta subtropical, lo que hace que requiera de un clima cálido y húmedo. Su temperatura ideal de cultivo oscila entre los 15 y 30ºC con una humedad relativa alta. En climas subtropicales se trata de una planta semiperenne que vive 5 o 6 años. De este modo puede cultivarse en Canarias.
Por suerte se adapta tanto a los climas tropicales como a los templados. En la Península Ibérica se cultiva como planta anual sembrándose en primavera y cosechándose a principios del otoño, antes de la bajada de las temperaturas que reducen su producción de hojas o incluso provocan su muerte.
La Stevia requiere luz pero no un exceso de sol durante el verano, por tanto puedes colocarlas junto a una ventana o en una terraza orientada al norte o bien colocarlas una malla de sombreado parcial en caso de que tu balcón esté orientado al sur con elevadas temperaturas. Así evitarás que las hojas se quemen, observarás bordes marrones si esto ocurre.
Al bajar las temperaturas (ojo a las nocturnas), en septiembre-octubre, será necesario que resguardes la maceta de Stevia en casa o bien que la protejas con mantas térmicas o la introduzcas en un invernadero.
Mi recomendación para las zonas más frías es meterla en casa siempre que puedas, ya que esto la mantendrá a una temperatura más o menos constante durante todo el invierno proporcionada por la calefacción de casa, que permitirá que sobreviva al invierno.
Humedad ambiental y riego de la Stevia:
Es una planta que necesita humedad ambiental, por lo que el clima atlántico es el que más la conviene en este sentido. En climas secos y con altas temperaturas pero humedad relativa baja puede ser conveniente rociar algo de agua en el ambiente con un pulverizador en los días más secos y calurosos del verano, para imitar ese clima subtropical del que procede.
La Stevia no tolera la sequía y cuando la falta agua, enseguida se observa un decaimiento en sus hojas, que vuelven a recuperar su estado inicial tras un buen riego. En primavera y otoño puede regarse cada 2 o 3 días mientras que en verano precisa de un riego diario. Presta especial atención a los días de viento si la tienes en un balcón y hazle un aporte extra de agua para evitar que se deshidrate.
Podas y cosecha de Stevia:
De la Stevia se utilizan las hojas que son las que poseen rebaudósido y glucósidos, con propiedades medicinales y edulcorantes, respectivamente. La máxima concentración de estos componentes se obtiene cuando se realiza la poda de hojas justo antes de la floración de la planta.
Las flores comienzan a salir en en agosto-septiembre, por tanto, en cuanto observes los primeros botones florales, has de podar la Stevia para secar sus hojas. La poda se realiza cortando las ramas unos 5 cm por encima del sustrato. De este modo volverán a crecer hojas y ramas nuevas la temporada siguiente.
Problemas y plagas de la Stevia:
Asegúrate de haber elegido un sustrato acido, en caso contrario, es facil que observes cómo las hojas de la Stevia comienzan a ponerse amarillentas por clorosis y acaben enfermando.
No es una planta que sufra plagas o enfermedades con facilidad. Lo más común que podemos encontrar son:
Hormigas, si resultan demasiado molestas puedes espolvorear tierra de diatomeas sobre ellas o colocar trampas atrayentes en torno a las macetas para controlar la cantidad de hormigas.
Pulgones y mosca blanca, que suelen aparecer por un exceso de abono nitrogenado, pueden combatirse con jabón potásico o piretrinas naturales.
Orugas, pueden eliminarse a mano o tratarse con Bacillus thuringiensis si la infección es intensa.
Caracoles o babosas, que pueden eliminarse a mano o tratarse con fosfato de hierro.
En todos los casos, hemos recomendado tratamientos ecológicos para eliminar las plagas. No utilices tratamientos químicos ni sobre las hojas ni sobre el sustrato, ya que esta planta, al igual que cuando cultivas hortalizas está destinada a tu consumo, ya sea en fresco o en seco.