Queriendo envolverme en tu piel
y que tú entres en la mía.
Somos como el Muro y la Hiedra,
que se atraen, que se abrazan,
que se tejen en la piedra.
Así quiero estar...
y morir en el abrazo,
de la Hiedra con la piedra
Somos Muro, Piedra, Hiedra.
No existe trepadora más fuerte y más rápida en su crecimiento, aunque si nos descuidamos con la poda y control de su expansión, corremos el peligro de tener el jardín invadido por esta enredadera. Crece vigorosamente, abraza con sus tallos tiernos a todo tipo de objetos, se enreda con lo que encuentra en su camino, se"pega" con sus diminutos tentáculos a las paredes y muros, sus raíces se meten por la más mínima ranura y si no encuentra donde trepar, hace unas alfombras mullidas y de un verde oscuro y brillante, que por cierto puede ser una muy buena opción si queremos ahorrar agua; es un gran sustituto del césped que si que necesita riegos muy abundantes si queremos tenerlo siempre muy verde e impecable, y en comparación una Hiedra necesita una parte mucho más pequeña de agua que el césped. Y precisamente en España, y más aún en el centro del país, que suele sufrir sequías es de pensárselo mejor antes de plantar césped.
La hiedra es capaz con paso de los años cubrir por completo una casa entera, que hace de una barrera natural contra el calor y también contra el frío, ya que es una planta de hoja perenne, solo que en invierno adquiere un tono como azulado-morado- marrón-rojizo, pero no pierde su vigor ni su belleza. Por eso es una de las más usadas en la jardinería para cubrir rápido vallas, celosías y muros. Aunque aguanta a pleno sol, siempre estará más lustrosa con algo de sombra. Al sol se suelen decolorar un poco sus grandes hojas. Os podéis fijar en los árboles cubiertos por la Hiedra, siempre esta en la parte norte del tronco buscando algo de sombra y es allí donde esta más bonita y de un verde esplendoroso. Puede que suene un poco tétrico, pero los cementerios están llenos de hiedras cubriendo suelo, subiéndose por los árboles... incluso hay gente que las planta para que cubran los panteones... No es una planta muy exigente con los cuidados, basta proporcionarle agua a diario en verano, de vez en cuando algún aporte extra de nutrientes en forma de guano, estiércol, guanumus; simplemente un buen abonado y ya esta.
Hace algunos años tuve una Hiedra que se puso enorme, y solo fue un trozo de su ramita con algo de las raíces pequeñas sobresaliendo directamente de la rama que puse en la tierra. A sí que haceos la idea como de vivaz y superviviente es esta planta. Aunque la arrancas de la tierra, aunque la intentes quitar toda, si se queda una raicilla de grosor de un pelo;de allí sale una planta nueva queramos o no... Por eso yo recomiendo plantarla con cabeza, que a pesar de que veámos un ejemplar pequeño, crecerá mucho y cubrirá una valla bastante rápido, protegiendo nuestro jardín, patio o terraza de las miradas curioseando... Si tenéis mucho sitio, se la puede plantar directamente en el suelo, y si no, en un recipiente bastante generoso ya que desarrolla mucho.
Posiblemente al principio de primavera con la llegada de calor y empezando llenarse de brotes nuevos y tiernos, aparecerá Pulgón. Pero es muy fácil de eliminar, con un insecticida polivalente fumigando todos los brotes, desaparecerá. Existen insecticidas ecológicos a base de aceites minerales que funcionan muy bien con, creo, la plaga más popular y extendida, que es Pulgón.
Vaya, iba escribir sobre varias trepadoras , pero me ha salido un post sobre la Hiedra...
Bueno, espero de todos modos que os pueda aportar algo de información sobre esta enredadera tan conocida y extendida por todo el mundo. Aunque solo he escrito sobre la que creo es más popular, que es la Hedera Helix verde, existe infinidad de variedades con distinto colorido, jaspeadas, distintas formas de hojas... que ya escribiré algún que otro post sobre sus "hermanas".
Gracias por leerme.
kataswit@gmail.com
(...)Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba sobre los tejados. El roble crecía silenciosa y lentamente.
- "¿Cómo estás, amigo roble?", preguntó una mañana la hiedra.
-" Bien, mi amiga" contestó el roble.
-" Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura ", agregó la hiedra con mucha ironía. "Desde aquí se ve todo tan distinto. A veces me da pena verte siempre allá en el fondo del patio".
-" No te burles, amiga", respondió muy humilde el roble. " Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza ".