Sin embargo, a pesar de que podemos obtener infinitas formas, la poda es uno de los puntos más importantes en el mantenimiento de cualquier jardín, especialmente en el caso de los muros verdes por ejemplo. Vamos a ver porqué.
Importancia de la poda de jardines
La función principal a la que obedece la poda de jardines es la de saneamiento. Se trata de una excelente forma de revitalizar las plantas. Es frecuente, especialmente en la época en que finaliza el verano, encontrar ramas u hojas prácticamente secas.
Con la poda, lo que hacemos es conseguir una circulación correcta de la sabia por las ramas cuyo crecimiento queremos fomentar. No es necesario que la planta envíe “parte de su sangre” a zonas prácticamente muertas, es algo que le va a restar energía.
Un ejemplo claro lo encontramos en los frutales. Esta especie de árboles es muy propensa a las plagas así que es necesario mantenerlos sanos, no sólo a través de químicos sino también saneando sus ramas a través de la poda.
Gracias a ella, se obtienen otros beneficios como controlar el crecimiento del árbol para que no llegue a ser excesivamente alto y dificulte la recogida del fruto. De esta forma, se fomenta su ensanchamiento, en lugar de su crecimiento a lo alto.
Además, se evita la excesiva ramificación para conseguir el engorde de los frutos de forma natural. Si el árbol tiene demasiadas ramas, florecerá en exceso, la sabia tendrá que dividirse y no dispondrá de energía suficiente para el engorde de la fruta. En cambio, si hacemos los cortes correctos y mantenemos un número de ramas adecuado aseguraremos su buen desarrollo.
Sin embargo, la poda de jardines no sólo es necesaria para obtener buenos frutos. También lo es para mantener la vigorosidad de la planta en sí. Además, en el caso de los jardines verticales, nos permite dar la forma y frondosidad que deseemos. Ésto nos va a permitir la creación de muros verdes y de pantallas de privacidad para aislarnos de los vecinos.
Cómo hacer la poda de jardines
Según la finalidad y forma que deseemos, la poda puede hacerse siguiendo unos parámetros especiales. No obstante, existen unas reglas universales aplicables siempre. En general, debe seguirse la estructura de la planta para conseguir una armonía en el conjunto.
Época para la poda
Existen indicaciones más específicas que otras según el tipo de árbol o arbusto en cuestión. Sin embargo, lo general es realizar la poda cuando la planta está más dormida para que sufra menos y rebrote con más fuerza. Por ello, lo recomendable es hacerla en invierno. Esta época además suele ser muy buena también para aprovechar los restos de ramas tras la poda y sacar esquejes.