A menudo los coleccionistas de cactus acabamos teniendo un serio problema: nos quedamos sin espacio disponible para tener más ejemplares. Si además somos unos amantes de las especies columnares la cosa se complica, pues aunque es verdad que sus raíces no son para nada invasivas y que no suelen ocupar mucho, para tenerlos en condiciones es necesario disponer de sitio. Sin embargo, con el Oreocereus trollii no nos tendremos que preocupar, o no demasiado.
Esta especie no solo es bonita, sino también tiene un tamaño que la convierte en una planta apta para tener en maceta durante toda su vida. Así que, ¿qué mejor que conocerla?
¿Cómo es?
Nuestro protagonista es un cactus endémico de Argentina y de Bolivia cuyo nombre científico es Oreocereus trollii. Fue descrito por Walter Kupper y Curt Backeberg y publicado en Kaktus-ABC en el año 1935. Desarrolla un tallo ramificado de hasta 60-70cm de altura, siendo lo habitual 50cm, con un grosor de 6 a 10cm. Tiene entre 15 y 25 costillas, con areolas de color blanco cubiertas de lana, la cual mide hasta 7cm de largo.
Las espinas son amarillas, rojizas o marrones y miden hasta 5cm de largo. También tiene 10-15 dientes marginales que son como cerdas. Las flores son de color rosa a carmesí, y miden 4cm de largo. Los frutos son esféricos.
¿Cuáles son sus cuidados?
Para tener un Oreocereus trollii en buenas condiciones tan solo hay que tener presente que le tiene que dar el sol durante todo el día, y que tiene que recibir poca agua. Durante el verano bastará regarlo una o dos veces por semana, mientras que el resto del año lo regaremos cada 15 o 20 días. Asimismo, durante los meses cálidos será necesario abonarlo con un abono específico para cactus siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.
Por lo demás, lo podremos plantar en el suelo o en una maceta 3-4cm más amplia en primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado. Y hablando de heladas, esta magnífica planta resiste hasta los -2ºC sin sufrir daños.