Cuidados de la sandía
Una vez la cosecha está en marcha nos ocupamos del control de malezas y de observar si están siendo afectadas por plagas o enfermedades.
La sandía es una planta que proviene de África y está bien adaptada a las sequías, aunque agradece el riego periódico como la mayoría de plantas.
Lo ideal es ubicarlas en un lugar bien soleado les gustan los días largos con mucha luz y sol.
EL RIEGO: Una vez han empezado a salir las sandías hay que tener cuidado con los riegos excesivos ya que las sandías se agrietan por el exceso de agua y, además, pierden en sabor.
EL SUELO: Debe de tener un buen drenaje y ser un suelo ajustado y fértil. Este tipo de suelos es de los que más les gustan a las caprichosas.
Nosotros no podamos la sandía ni conocemos a nadie que lo haga por lo que no debe de ser muy habitual.
No conviene repetir cultivo de sandías en el mismo lugar, ya que la tierra se encuentra agotada, es aconsejable realizar rotación de cultivos o dejar descansar la tierra.
Sandía con buen tamaño. Se acerca la cosecha.
Sandías ocultas por las hojas.
Surcos de plantas de sandías.
Sandía creciendo
Melón en Huerto Casero
Melón en desarrollo.
Como podéis ver la hoja de los melones es más parecida a la de las calabazas , pepino, calabacines que la de la sandía o melón de agua que está dividida en lóbulos que a su vez se dividen en partes redondeadas.
Plantas de melón.